Últimamente por motivos de salud he necesitado los servicios de Osakidetza. El 15 de abril, acudí a mi centro de salud -Gazteleku- sin cita ni hora. En el mostrador de acceso, un administrativo muy amable me pasó con la doctora, quien después de auscultarme y con buen ojo clínico y criterio me derivó a Urgencias de Basurto. Una doctora que no me conocía y a la que estoy muy agradecida. Ya en Urgencias y hasta el día 6 de mayo ingresada, he sido atendida eficazmente, tanto profesional como humanamente en todos los sentidos, por lo que reitero mil gracias: eskerrik asko, Osakidetzari, danori. Ahora voy con el pero. Y hablo desde mi experiencia personal de estos días. En la habitación 404 del pabellón Revilla de Basurto, los inodoros son inaccesibles. Sobre todo para personas mayores con movilidad reducida como es el caso. Están instalados muy bajos y en poco espacio, con lo cual el acceder a su uso es un suplicio. Lo he experimentado personalmente y he comprobado que el problema es latente: le gente se queja y lo sufre, pero una servidora lo expone y pide disculpas por el atrevimiento. Espero que sirva de algo y atiendan el aviso. Yo entiendo que complementarlos por abajo sería costoso y muy difícil, pero complementarlos por arriba sería menos costoso y más eficaz y posiblemente una buena solución, en mi humilde opinión. Pidiendo disculpas y agradecida por la atención, espero la resolución de este problema tan fundamental y personal como es el uso adecuado de los inodoros.