El delito de odio es una aberración jurídica y moral, que pretende acabar con la libertad de expresión e instaurar una censura propia de las dictaduras. La normalización de lo que es buen ejemplo, denota la inmadurez crónica a la que se está llevando a la sociedad. No hay mayor desprecio que no hacer aprecio, decía mi amama. Eso, pues.