Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Esta frase fue pronunciada en algún momento de su vida por el celebre físico alemán (nacionalizado posteriormente estadounidense) Albert Einstein. Han pasado ya unos cuantos lustros, y son muchas igual las diferencias que pueden marcar aquella época y la nuestra actual, pero lo que no parece que haya cambiado mucho es la capacidad y mentalidad de ciertos de nuestros gobernantes y políticos que aspiran a serlo. Escuchamos día sí y día también algunas de sus ocurrencias y propuestas (algunas de lo más pintoresco) y algunas asustan y otras parece que se las vayan sugiriendo algún amigo suyo, dado a la velocidad que las van soltando. Igual no hay que perder todavía la esperanza y les vaya quedando algo de sensatez, y no tengamos que acordarnos de Einstein, del Universo y yo diría, de una peligrosa e infinita estupidez.