La escolarización de niños de 2 años
Somos padres de una niña de 2 años y en febrero realizamos la prematrícula para su escolarización el próximo curso. Una vez salieron las primeras listas de admitidos en los centros, comprobamos que no lo estábamos en el centro de primera opción. Me puse en contacto con el resto de centros cercanos a nuestro domicilio y me confirmaron que en ninguno de ellos quedaban plazas disponibles. Primera sorpresa desagradable. Segundo paso y segundo batacazo. Visita a la delegación de Educación del Gobierno vasco, donde me dicen que la matriculación de los niños de 2 años no es obligatoria y, por tanto, no tienen obligación de asegurarme ninguna plaza. En todo caso, me ofrecerán aquellas plazas que queden disponibles en los centros educativos de Bilbao independientemente de la distancia a nuestro domicilio. Es decir, que teniendo dos centros educativos a escasos cien metros de nuestro domicilio, era probable que tuviera que ir a cualquier otro centro de la ciudad. Así que pertenecemos a ese grupo de padres que estamos en un sinvivir esperando saber qué va a suceder con nuestros hijos. Y si con esto no nos sentíamos suficientemente desamparados, leemos cómo el AMPA del colegio Iruarteta (nuestra segunda opción por proximidad) se manifiesta contraria a la ampliación de la matriculación para el próximo curso por la masificación existente en el centro. Nos gustaría pedir a esas familias un poco de solidaridad y que no nos culpabilicen de un problema del que no somos causantes. Debemos poner de manifiesto quién es el responsable de esta situación, quién diseño un barrio nuevo para Bilbao y se olvidó de dotarlo de infraestructuras básicas como ambulatorios o centros de enseñanza. Y a cambio, sí se acordó de la construcción de grandes frontones, centros deportivos o iglesias que se pueden contar con los dedos de una mano las veces que se utilizan. Leemos estos días que el Gobierno vasco ya ha aprobado la ampliación del colegio Iruarteta. Las cosas de palacio sabemos que van despacio. Pero la escolarización de nuestros pequeños no entiende ni de licencias de obra ni de plazos de ejecución. Solo son niños que necesitan relacionarse y jugar. No lo olvidemos por favor. Somos padres que solo pedimos una plaza escolar cercana a nuestro domicilio. ¿Incluso van a ser capaces de que esto también se convierta en un lujo?