Ideas verdaderas
La verdadera Constitución necesita la suma de todas las realidades pertenecientes actualmente al Estado y debe ser demostrada con el lógico procedimiento popular. Esto supone que catalanes, vascos, gallegos y nacionalistas la acepten como racional y necesaria, y no como una entidad diferente a ellos, a sus intereses, a su consideración y Constitución. Los nacionalistas tienen una verdadera idea, y no una idea confusa y superficial, de su país o de su propio cuerpo, de tal modo que las ideas tales como las que tenía Franco y sus seguidores son marcas intrínsecas de una España nación única, y no pueden ser aceptadas por quien tiene una verdadera idea de su ser y existir, que por otra parte todos deberían desarrollar. Un contable o un matemático fácilmente calcularía si el sistema español es un compuesto pesado inestable que no está convenientemente centrado, o si debería funcionar como un compás, con armoniosas variables.