La guerra de las banderas

Año a año la izquierda abertzale radical ha tratado de quemar el Ayuntamiento de Bilbao el Día Grande de Aste Nagusia por el hecho de que se izara la bandera española ese día. Era la denominada guerra de las banderas y formaba parte del programa, no de fiestas, sino de agitación y propaganda de los radicales fundamentalistas.

Este año no habrá guerra de las banderas. La razón es sencilla de explicar, Bildu gobierna el Ayuntamiento de Donostia, y lo hace bajo una bandera española que ondea al viento todos los días. Pero en Donostia no habrá guerra porque ahora el alcalde abertzale de Bildu acepta y acata que ondee la bandera española en el Ayuntamiento que preside. Una bandera que él paga, coloca, limpia y mantiene cada día, y que es más grande y más visible que la de Bilbao. Es vergonzosa la hipocresía de estos señores, asumiendo ahora sin inmutarse aquello por lo que antes gritaban, rompían y destrozaban. Y esto es solo un botón de muestra, un ejemplo de todo lo que van a tener que explicarnos quienes parecen creer que tras el silencio de la mayoría social hay consentimiento u olvido.