En Wimbledon han estrenado este año un sistema de jueces de línea sin jueces de línea. Una voz de IA, masculina o femenina, canta ‘out’ cuando la bola va mala. Los que sumamos varios grand slam desde el sofá recordamos la pataleta de McEnroe con el juez de silla por cantarle malo un saque. Pero, frío e insensible, el artificio nacido para acabar con el debate falla con la misma convicción pétrea con la que acierta. Este año, ha cantado tarde o se ha callado en bolas claramente malas. Acabarán poniendo otra IA como VAR, pero si atina como en el fútbol, nos vamos a reír. Por cierto, McEnroe tenía razón.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
