NUNCA damos las gracias lo suficiente a personas anónimas que se atreven a denunciar una vulneración de sus derechos. Porque cuando ganan en su pleito beneficia al conjunto de la sociedad. Y cuando pierden establecen con claridad qué es derecho y qué no. Un juzgado de Barakaldo ha condenado a la aerolínea de bajo coste Ryanair a indemnizar a un pasajero de un avión retrasado por el impacto de un ave. Entiende el juzgado que se trata de un hecho relacionado con la actividad aérea y no una “circunstancia extraordinaria” por lo que la compañía sí es responsable del retraso. Lo dicho: abrir caminos.