HA fallecido Juanjo, el tendero del local de la calle Tívoli de Bilbao que vendía huevos y miel. Vecinos y comerciantes de la zona depositaron ayer velas y flores ante la misma persiana tras la que Juanjo recibió durante décadas con una sonrisa y proximidad a quien iba a comprarle. Un negocio tan sencillo que nos demuestra que, en esta vida, lo importante no es la caja, sino quién está detrás regentándola. Pobres grandes fortunas de la banca. Juanjo se ha llevado con él el mejor secreto de cómo hacer un buen cliente. Del que te llora cuando te has ido. Goian bego.