LEVAMOS ochenta días de guerra en Ucrania. En ochenta días, Phileas Fogg dio la vuelta al mundo, según la deliciosa novela de Julio Verne. Pero en ese periodo, hoy es el mundo el que ha dado la vuelta. Y la vida de más de seis millones de ucranianos que han tenido que huir de su país. Como estratega, Putin no tiene precio. No gana la guerra y hasta Finlandia y Suecia se unen a la demoníaca OTAN. Buscan seguridad, pese a las bravatas del tirano. Que Putin pierda la guerra es bueno, pero tiene su riesgo. Aislado y sin salida, una mente criminal es capaz de todo. l