ALTÓ tiempo para que ante la estrategia de Sanidad, luego desmentida, de prohibir el vino y la cerveza en los menús, saliera Ayuso a defender a los copazos del frente cardiovascular. Después llegó recomendación tirando por tierra lo de la "copita saludable" porque directamente, digámoslo, alcohol en sangre es eso, alcohol. Pero si de beber se trata es mejor recomendar que prohibir o, como diría Aznar un viernes en la DGT¿quién te ha dicho las copas que tengo yo que tomar? Todo fue antes de que beber fuera ese hábito de derechas que remataron las cañitas a la madrileña o los vivas al vino de M. Rajoy. Libertad.