LA victoria en Vallecas se asociará al nombre de Nico Serrano, autor de un gol bello y determinante que tuvo en su finísima bota izquierda la puntilla en el mismo inicio del segundo acto. Se le fue medio metro por encima del larguero su segundo intento, el que debería haber servido para eludir el tenaz acoso de un Rayo que pese a caer acreditó el porqué ha convertido su estadio en coto vedado, hasta ahora. El goleador, tierno para la categoría y muy despierto, consciente de que su repertorio técnico se halla por encima de la media, correspondió a su primera titularidad en el campeonato liguero. Pero para que su aportación fuese rentable fue necesario un mayúsculo esfuerzo colectivo, sobre todo en una media hora final que se hizo muy larga. Un día más toca rendirse al oficio de Iñigo Martínez, líder de una estructura cuya eficacia en la contención continúa siendo clave en el devenir de la temporada.

Las mejores imágenes del Rayo - Athletic. Fotos: EFEEn el reparto de menciones merece citarse a Andoni Iraola, capaz de sacarle chispas a un grupo modesto, transformado en un ogro ante su gente, en una avispa que agrede con salero y fe encomiable a cualquiera que asome por sus dominios. Ayer domingo, la no menos contrastada fiabilidad defensiva del cuadro de Marcelino interrumpió una serie de diez jornadas con final feliz de los madrileños. La imagen del penúltimo minuto del añadido, una melé en el área rojiblanca con siete hombres de ambos bandos peleando por un balón sin dueño, muchos de ellos caídos sobre el césped formando un amasijo de músculos y tacos, refleja la tensión de un combate no apto para pusilánimes, culminado con una prolongada carga local que no era fácil desactivar.Y en ese contexto, el milagro fue que Simón no tuviese que realizar una sola parada exigente. La omnipresencia de la pareja de centrales en última instancia, así como el esfuerzo del resto para frenar el dinámico empeño del anfitrión, relegó a un segundo plano al portero, quien en todo caso no estuvo muy inspirado en varias salidas por alto sin mayores consecuencias. Esa imagen del Athletic replegado, incapaz de quitarse de encima a sus pegajosos rivales para jugar el balón, enfriar el duelo y frenar un asedio que se tradujo en ni se sabe cuántos centros colgados y saques de esquina, y un carro de tarjetas amarillas. Remates, en contra muy pocos, la mayoría sin dirección clara, prueba definitiva de un notable balance en terreno propio.La tarde ofreció imágenes menos comprometidas para el Athletic gracias a una interesante puesta en escena. La fase de mejor fútbol tuvo lugar en el arranque y valió para descolocar al Rayo, acostumbrado a mandar en casa. Equiparada la intensidad local, suyas fueron las posesiones más profundas, con Zarraga ágil para distribuir escoltado por la seriedad de un Dani García que lleva un mes a excelente nivel, y una gran movilidad de todos los efectivos. Más que suficiente para intimidar y beneficiarse del instinto de Serrano. Se asistió a una primera mitad disputada a mil por hora, donde el Rayo tuvo que reconocer su inferioridad. Desde el gol hasta el intermedio, no ocurrió nada reseñable, salvo un intento de Iñaki Williams, al que por cierto su desmesurada presencia en todos los compromisos le terminó pasando factura camino ya de la conclusión.Marcelino puede sentirse satisfecho de la respuesta del plantel. Seis cambios efectuó el jueves para la Copa y siete realizó ayer domingo. Una agitación poco común saldada con sendos triunfos, a cada cual más trascendente. El de Vallecas significa meterse de lleno en esa carrera donde se prevén codazos por meterse en Europa. Es el objetivo primordial del año y no es preciso desgranar las razones de toda índole que sustentan la afirmación. Mantenerse en el torneo del K.O. es otra cosa, pero no cabe obviar que con su sistema de cara o cruz y el Madrid en el horizonte supone un extra todo lo sugestivo que se quiera, pero del que no conviene que dependa exclusivamente el signo del ejercicio. De ahí que el desenlace de Vallecas se haya de considerar como un gran logro. Siguiendo con la argumentación, se ha de conceder que esta vez lo de menos fue ver al equipo colgado del larguero durante un buen rato. Siempre no es posible que pase al revés y sea el rival quien gestione el resultado como gato panza arriba. Todo el mundo, o casi, va a muerte; desde luego el Rayo sí que lo hace y ayer domingo el Athletic con una propuesta más industrial que vistosa, también.

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Las mejores imágenes del Rayo - Athletic

merece citarse a Andoni Iraola, capaz de sacarle chispas a un grupo modestola no menos contrastada fiabilidad defensiva del cuadro de Marcelino el milagro fue que Simón no tuviese que realizar una sola parada exigente Esa imagen del Athletic replegado, incapaz de quitarse de encima a sus pegajosos rivales

una interesante puesta en escena. La fase de mejor fútbol tuvo lugar en el arranque y valió para descolocar al RayoZarraga ágil para distribuir escoltado por la seriedad de un Dani García que lleva un mes a excelente nivelel Rayo tuvo que reconocer su inferioridad

Marcelino puede sentirse satisfecho de la respuesta del plantel.Mantenerse en el torneo del K.O. es otra cosasu sistema de cara o cruz y el Madrid en el horizonte supone un extra todo lo sugestivo que se quierael desenlace de Vallecas se haya de considerar como un gran logro