NDA por ahí un obispo emérito que está diseñado para acabar trabajando en Telecinco con reality propio. Pero antes, Netflix se hará con los derechos de su historia y rodará una teleserie emulando El Pájaro Espino. La sinopsis no puede ser más jugosa. Un obispo excéntrico que deja la mitra y se lía con una novelista. El culebrón tiene morbo. Que un representante de la Iglesia, especializado en exorcismos, arme la de Dios es Cristo y se enamore de una escritora de novelas eróticas con tintes satánicos, es mejor que el argumento de la Biblia en verso. Desconozco si el prelado vivía un infierno o colgó los hábitos porque el báculo le pesaba demasiado. O quizá es que, simplificando, hizo bueno aquello de Tiran más dos tetas que dos carretas tras comprobar que la j... no tiene enmienda. Antes de renunciar a la Iglesia por amor, Xavier Novell organizaba terapias de conversión gay, oficiaba misas para limpiar el alma y, en sus ratos libres, celebraba cenas evangelizadoras. Dejando de lado el debate sobre el celibato y la castidad en la Iglesia (demasiado extenso para una columna de tan pocas líneas), supongo que el Papa le habrá dicho "Hijo, tanta paz lleves como descanso dejas". ¡Vaya joyita! ¡Montando Solsona y Gomorra en un santiamén! Personalmente he agradecido que el obispo haya elegido para dar rienda suelta a su sexualidad a una madurita y no a un monaguillo. En cualquier caso, la culpa, debe ser del diablo.

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