ARZÓN fue juzgado por sus prácticas, ordenar pinchazos telefónicos, y será resarcido por las del tribunal que lo inhabilitó hace casi 10 años, que es como si el mismo tribunal, imparcial según la ONU y responsable de una condena "arbitraria", hubiera también prevaricado. El desquite del último juez estrella, pasa por que se borren sus antecedentes penales y una compensación por el daño sufrido mientras anuncia su reentrada en la carrera judicial tras una década de ostracismo. El varapalo a los jueces españoles esta vez viene en origen de otro. Su estrella está en que todavía hay jueces peores que él.