S un grave error resolver la frustración con una patada en la puerta. Porque frustrante es que unos descerebrados exhiban su insolidaridad con un festejo ilegal en su casa-lonja-txoko-pabellón. Pero es de una torpeza extrema intentar resolverlo mediante la invasión policial del espacio privado. Primero, porque hay sobrados precedentes de que un juez lo va a tumbar; segundo, porque estamos hablando de esto en lugar de señalar al descerebrado. Si a eso le sumamos la facilidad con la que hacemos héroe, martir o emblema de nuestra libertad al primer imbécil...