L debate sobre la conveniencia de vacunar a muchos con una dosis anticovid o a menos con el ciclo completo de dos dosis es especulativo. El diseño de la vacuna habla de un ciclo corto de tres semanas entre dosis. Como la capacidad de producirlas es finita, esto retrasa la extensión de la primera dosis. La tentación de los gobiernos es vacunar a destajo de la primera dosis, para eludir el acoso de la oposición por su presunta lentitud, sin asegurar los plazos de la segunda. Es decir, como si pasar de tres a seis o a doce semanas entre dosis no tuviera efectos. No teoricen más.