UANTAS más sentencias, informes, dictámenes, resoluciones y pronunciamientos (perdón por la polisemia) se realicen desde la justicia en España, más claramente se le cae la venda de los ojos, se le inclina la balanza por el platillo derecho y se le ven las vergüenzas. No es ninguna sorpresa que los mismos fiscales del Tribunal Supremo que ejercieron de inquisición (perdón de nuevo: de acusación quería decir) en el 1-O se opongan a los indultos de los condenados. Pero los argumentos estrictamente políticos que em-plean les delitan (perdón, vaya día: les delatan).