STOS días en que se conmemoran los 50 años del proceso de Burgos conviene recordar algunas cosas, ya que hay quienes quieren apropiarse de aquel triunfo contra el agónico franquismo. Las muy contradictorias evoluciones y trayectorias personales y políticas posteriores de los allí condenados dan luz sobre la naturaleza de la lucha de aquella ETA y de aquella débil oposición antifranquista. Unos volvieron a ETA, otros a HB (y ahora a Sortu), pero otros han terminado en prácticamente todo el arco político, incluido el visceral antinacionalismo. Que conste.