RESULTA que la niña sueca Greta Thumberg, que cruzó el Atlántico en un yate impulsado por energía solar y que viajó en tren y en coche eléctrico, todo ello 100% ecológico, para ir a la Cumbre de Madrid buscando el menor impacto medioambiental posible, regresa a casa en un Ice, que no es un trozo de hielo desprendido de la Antártida sino el tren de alta velocidad alemán. Oh, my God! Hay que leerlo dos veces: Tren de Alta Velocidad. TAV. Ya, no es lo mismo Alemania que Euskadi, dónde va usted a comparar. Aquí somos más ecologistas que la Greta esa.