HAY que agradecer a Arkaitz Rodriguez su sinceridad. El de Sortu se soltó en Twitter con una diatriba de casos -bien cogidos por los pelos- tras la que blanquear los asesinatos de ETA en democracia. La impresión es lastimosa: no puede admitir que matar estuvo mal porque mira cuántas “otras” muertes. No van a faltar quienes consideren causa justa la emancipación nacional de Euskal Herria o la consolidación nacional de España. Es la convicción del fin sin la ética de los medios; el buscar vilezas ajenas que atenúen las propias se interpone a la convivencia. Pero, ¿estuvo mal? ¡Ya está bien!