EL primer debate de los cuatro candidatos españoles despertó el entusiasmo por barrios. Es indicativo que obtuviera una media del 43,8% de audiencia televisiva pero que Euskadi, Catalunya y Canarias fueran donde menos interés suscitó. En la CAV uno de cada tres espectadores lo siguieron, el 34,6%, a años luz del lugar donde más interés suscitó: Madrid. Un 55,7% de los televidentes madrileños siguieron el evento, que resultó una versión edulcorada de lucha libre con golpes ensayados. Un espectáculo para el microcosmos de la Villa y Corte. Nada de interés para provincias.