Estamos acostumbrados a leer en prensa, oír en radios o ver en TV u otros medios de información el como unos jóvenes han matado a otra persona, cómo jóvenes han violado a una joven, cómo jóvenes han robado, han extorsionado, han agredido o han utilizado otros medios de violencia.
(...) No estamos acostumbrados a leer, oír o ver, lo bueno de esta juventud, que es mucho más que lo malo. No estamos acostumbrados a leerlo, oírlo o verlo.
Siempre he sido defensor de las actuaciones de niños y jóvenes, todas esas acciones positivas de que son capaces de hacer que también son muchas y diversas, pero estamos acostumbrados a ver únicamente lo malo, que es lo menos y los menos.
Me he animado a reivindicar a estos jóvenes, después de haber leído el otro día en DEIA, la construcción de un aparato gateador por parte de unos jóvenes, para un niño con parálisis. No es el único proyecto de personas jóvenes, es uno más. Hay quienes siembran huertos para colaborar con personas necesitadas con estos alimentos. Hay quienes asisten a personas mayores llevándoles los recados e, incluso, haciéndolos ellos directamente. O visitando residencias de personas mayores, regalándoles diversas actuaciones. Hay quienes se dedican a visitar y acompañar a personas sin hogar que se encuentran tiradas en las aceras y hablan con ellas y las acompañan. Estos también son jóvenes con un gran corazón y no se habla de ellos.
Cuando hablamos de épocas vacacionales, ellos, los jóvenes (muchos de ellos), las utilizan para asistir a campos de trabajo, a ir a zonas desfavorecidas a colaborar y enseñar a trabajar la tierra o dar clases a personas necesitadas o a construir escuelas o a construir hospitales o a construir algo que necesiten. Esto es un pequeñísimo ejemplo, una mínima parte de lo que son capaces de hacer los “jóvenes de hoy en día”.
Creo que las personas mayores, esas que criticamos las actuaciones de los jóvenes, deberíamos aprender un poco de ellos, de estos jóvenes de hoy día.
Yo pediría a esas personas, que al leer, oír o ver una noticia sobre acciones negativas de algún joven, no utilicen esa expresión tan manida como ¡esta juventud de hoy en día! ¡Esta juventud de hoy en día es fabulosa, bien preparada, implicada, solidaria y más preparada que la nuestra!
Cuidemos de “esta juventud”, cuidemos y eduquemos a nuestros hijos y a “esta juventud”, es nuestro futuro y procuremos que cuando les llegue “ese futuro”, no nos demanden la dejadez con la que, tal vez, les estemos tratando.