Hispanofobia es la consecuencia de la actitud del gobierno del PP para arengar al pueblo español contra todos aquellos que se sienten con identidad diferente a la española. Todas las colonias de hispano América etc., acabaron hispanofóbicas por querer vivir independientes de la madre patria y se consiguió con muertes, porque madre no hay más que una. En Gribraltar también la padecen por la sedición del inglés. No hispanófóbicos son los saharauis pero sí pobres y eso no mola. Las uniones por intereses de los poderosos es el adhesivo que ha conformado muchos países y el pueblo enviado a la fuerza, guerra tras guerra, contra el vecino, mientras en castillos y despachos se dividen las riquezas. Solo resta convencer al sufrido ciudadano de que todo es por su bien, que no hay otra verdad posible y que todo lo que vaya en contra, va contra su honor e intereses.

Independencia no quiere decir despreciar al vecino. ¿Acaso vivimos en comunas? Que el administrador se aproveche de la unión de todos los vecinos porque le es más rentable es otro cantar y difamará al que le exija rendir cuentas. Sean las identidades y los límites unos u otros, el respeto a la singularidad de cada cual y el fomento de la convivencia entre los diferentes son los mandamientos del político. Lo demás es “por el interés te quiero Andrés”.