Dos noticias publicadas en DEIA el pasado 23 de febrero, en principio desconectadas, 266.000 empleos en ocho años por las jubilaciones y Bilbao identificará edificios vacíos para reconvertirlos en garajes en vertical nos han llevado a solicitar al Ayuntamiento que la inspección se haga con doble mirada: las necesidades de las personas mayores y las necesidades de aparcamiento. Según el Eustat entre 1981 y 2013 la población de 65 y más años se duplicó en Euskadi y alcanzó el 20%, porcentaje que sin duda aumentará. Ante ello, Bilbao tendrá que planificar entornos propicios para la vejez, saludables y seguros. En ellos el coche tendrá menor presencia. Varios elementos califican una ciudad como habitable: tráfico suave, medio ambiente saludable, vivienda digna, colaboración entre la ciudadanía y participación de las personas, también las mayores, en los procesos de adopción de decisiones a todos los niveles. Ante este escenario la ciudad habrá de tener en cuenta nuevas alternativas residenciales, como las coviviendas sénior o intergeneracionales autogestionadas y en régimen de cesión de uso que impulsan asociaciones como Egunsentia-Amanecer. Por ello los edificios vacíos se podrían destinar no solo a aparcamientos sino también a las alternativas residenciales sénior, pues ambos harán que la ciudad sea más amigable, habitable y sana para toda la población, objetivos de la Agenda 21 del Ayuntamiento y del Protocolo de Ciudades amigables con las personas mayores que el Ayuntamiento de Bilbao suscribe.
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