UN informe de esos veraniegos se ha adentrado en el proceloso mundo de los artículos para las pérdidas de orina, compresas con neutraolor y aloe vera. El estudio concluye que las mujeres en la cincuentena no se sienten identificadas con la publicidad actual ya que existe un salto del tamaño de una catarata entre el target 20-30 años, es decir, el segmento de edad al que se dirige un tipo de marketing, y el de 65 o más. "En la tele, los productos asociados con mujeres mayores de 50 son sobre todo para las de 70", dicen. Por eso se han puesto en pie de guerra. Se sienten como un bollycao y se niegan a oír hablar de orina o de dentaduras postizas. Aseguran que la culpable es Concha Velasco. Concha aparece en la pantalla con sus presuntos sesenta y pico, y tan guapa como siempre. Sale y confiesa que se mea y que usa Indesec, Tena Lady o vaya usted a saber qué artilugio que le permite llevar una vida normal. Encima lo dice pública y periódicamente a lo largo del día para que todas se enteren. Las féminas se revolucionan: ¡La chica yeyé no se puede mear! Las asociaciones feministas dan ruedas de prensa acusando al patriarcado de criminalizar las pequeñas pérdidas de orina de algunas mujeres maduras. Nada de compresas extra con doble núcleo. Nacen colectivos como Quemevoy, Vejigas de color de rosa y Agüita amarilla y piden un boicot general a esas sogas del machismo. Pero Concha vuelve a salir en otro spot y proclama Porque yo lo valgo. Y todas se quedan mucho más tranquilas.
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