Después de una jornada de acusaciones cruzadas desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, Ucrania rebajó ayer el tono con Polonia para insistir en la necesidad de una negociación sobre la venta de grano ucraniano en los países vecinos que evite el proceso de arbitraje iniciado por Kiev contra Hungría, Eslovaquia y Polonia.

El miércoles por la noche, el responsable de comercio del Ministerio de Economía ucraniano, Tarás Kachka, decía haber recibido “señales positivas” de estos tres Gobiernos de la UE sobre su disponibilidad a negociar el plan propuesto por Kiev para reanudar con limitaciones consensuadas por las partes las exportaciones ucranianas a esos mercados.

“La parte polaca ya ha declarado que está lista para trabajar en la resolución del problema”, dijo Kachka menos de 72 horas después de anunciar que Ucrania demandaría a Polonia, Eslovaquia y Hungría ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por vetar, contra el criterio de la Comisión Europea, productos agrícolas ucranianos.

Este nuevo posicionamiento de Ucrania parece anunciar una bajada de la marea en las relaciones entre Kiev y el que ha sido, desde el principio de la guerra, uno de sus socios más rápidos y fiables a la hora de ofrecer a Ucrania apoyo político, humanitario, militar y logístico.

Choque directo

Pero la sucesión de críticas públicas y el ataque directo entre Volodímir Zelenski, acusando en la ONU a Polonia, Hungría y Eslovaquia de hacerle el juego a los rusos y su homólogo polaco, Andrzej Duda, comparando a Ucrania con un hombre que se ahoga y arrastra con él a quien le ayuda, podrían tener consecuencias aunque se evite el arbitraje. “Es una vergüenza, y lo reconozco, me duele”, dijo sobre el encontronazo de Zelenski y Duda ante la Asamblea General de Naciones Unidas Alyona Getmanchuk, directora del Centro Nueva Europa e integrante desde 2016 del Comité Consultivo Presidencial para las relaciones ucraniano-polacas.

“Ninguna crisis seria”, señaló Getmanchuk en un artículo publicado en Ukrainska Pravda, “se ha resuelto con arrebatos emocionales y con troleos baratos”.

Getmanchuk recordó la importancia que el apoyo de Polonia ha tenido para Ucrania ante la invasión a gran escala rusa. “Cuando a Kiev no se le escuchaba en Washington, Berlín o Bruselas, en Varsovia estaban dispuestos a escuchar”, señaló.

Dimensión geopolítica

El choque ucraniano-polaco de estos días tiene también una dimensión geopolítica. La creciente implicación de Alemania en el envío de armas a Ucrania ha ofrecido a Kiev una suculenta alternativa a la alianza regional con Polonia por la que se vio obligada a apostar cuando sólo Varsovia, los países Bálticos y Reino Unido reaccionaban a las urgencias ucranianas.

El portavoz del Gobierno polaco, Piotr Müller, explicó ayer que Polonia continuará con la entrega a Ucrania de “suministros de municiones y de armamento previamente acordados, en cumplimiento de los contratos firmados” con anterioridad con empresas polacas. Müller efectuó estas declaraciones un día después de que, en plena escalada de tensión con Kiev, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, afirmase que “ya no estamos entregando armamento a Ucrania”. l

En corto

Jersón

Seis muertos en ataque ruso. La Fiscalía General de Ucrania informó ayer de la muerte de seis civiles, así como de otros nueve heridos, en varias localidades de la región de Jersón, que sufrido durante la jornada un intenso bombardeo ruso.

Ataque

Rusia se emplea a fondo. Rusia volvió ayer a atacar masivamente regiones ucranianas, incluida la de Kiev, mientras sus tropas intentan recuperar posiciones en el frente oriental junto la localidad de Andrivka. De un total de 43 misiles de crucero que Rusia lanzó sobre Ucrania, 36 fueron interceptados por la defensa antiaérea.

Material

Llegan a Kiev carros suecos. Las autoridades de Suecia informaron ayer de que una decena de carros de combate Leopard 2 llegaron a Ucrania siete meses después de que se anunciara su envío.