Berlín. Los partidos alemanes cerraron ayer su campaña para los comicios del domingo en el lander de Baja Sajonia, el primer y reñido pulso electoral del año entre las filas de la canciller Angela Merkel y la oposición, ante las generales previstas para septiembre.
Hasta hace unas semanas, los sondeos apuntaban a una derrota de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y sus socios del Partido Liberal (FDP), la coalición que gobierna en ese estado del norte de Alemania y la misma constelación que lidera Merkel a escala federal. Tal paralelismo da a los comicios rango de barómetro nacional, en el arranque de un año en que Merkel aspira a la reelección tras dos legislaturas, en su mejor momento de popularidad, pero sin garantías de continuidad a causa de la debilidad de su socio. Las filas de Merkel han recuperado posiciones en la recta final, apuntaladas por una canciller muy presente de principio a fin de la campaña, mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD), ha escondido a su candidato a las generales, Peer Steinbrück.
A Steinbrück le ocurre lo contrario que a la canciller: semana a semana cae el aprecio de la ciudadanía hacia un político que fue proclamado candidato del SPD, en diciembre, pese a su reputación de ser el diputado que más extras percibe de todo el Bundestag por sus conferencias en foros económicos o asesorías en la empresa privada. A ello se unieron unas inoportunas -e inexplicables, en un político experimentado- declaraciones tachando de bajo el sueldo de la canciller, lo que desató un huracán de críticas sobre él.
empate técnico Los sondeos apuntan ahora a un práctico empate entre la coalición CDU-FDP o la alternativa SPD-Verdes, ambos con un 46%. Todo puede depender de si los liberales entran en la nueva cámara regional, ya que están en la cuerda floja del 5% mínimo para obtener escaños. Los paralelismos entre los comicios regionales y las generales son muchos y van de lo personal a la situación de los partidos.
El primer ministro de Baja Sajonia, David McAllister, se ha ganado el aprecio de la ciudadanía y convertido omnipresente su eslogan de campaña "I'm a Mac", en alusión a su origen escocés.