La sofisticación de la eficiencia
Mitsubishi incorpora a filas la generación más avanzada del Outlander PHEV, con mayor autonomía sin emisiones y superior empaque
El Outlander es la apuesta segura que Mitsubishi vuelve a plantear a quienes buscan un SUV de prestigio, eficiente y fiable, a un precio honesto. La nueva entrega del modelo japonés, que se estrena en Europa con bastante retraso respecto a su país de origen, sigue proponiendo sistema de impulsión híbrida enchufable (306 CV) y cuatro ruedas motrices. Además de una mostrar una estética evolucionada y mayor refinamiento a bordo, amplía su alcance en modo eléctrico, incorpora nuevas ayudas a la conducción, perfecciona su sistema de tracción y ofrece ocho años de garantía. El Outlander sale a la venta desde 43.300 € gracias a la aportación del plan Moves.
La poderosa estampa de esta máquina de 4,72 metros incluye un frontal robusto y protector provisto de proyectores Full LED adaptativos para mejorar la visibilidad. Los flancos muestran pasos de rueda reforzados, llantas de 18 a 20 pulgadas y un perfil de cintura ascendente al acercase a la popa. Esta recalca su poderío con unos grupos ópticos en forma de T.
El diseño interior presenta un estilo refinado pero no ostentoso, con una notable presencia de la tecnología. Enfrenta a los ocupantes un panel de instrumentos digital, una pantalla táctil flotante de alta definición para el sistema de infoentretenimiento y un retrovisor digital. El modelo también ofrece un sistema de sonido de alta gama firmado por Yamaha. Dispone de asientos más cómodos y funcionales, que ofrecen posibilidades de ventilación y majase. El gran techo panorámico (928 x 702 mm) aporta luminosidad a la cabina. Renunciando a las tres plazas traseras, el Outlander aumenta a 803 los 495 litros de su capó.
Mitsubishi equipa con generosidad su buque insignia. Lo dota de ocho airbags, además de sistemas de seguridad y asistencia que utilizan sensores, radares y cámaras para ofrecer una visión de 360° del entorno, esquivar obstáculos y alertar de posibles riesgos a quien conduce. Forma parte de esa lista el sistema de mitigación de daños por colisión frontal, capaz de detectar viandantes y ciclistas, recurso que mejora la seguridad en cruces. Lleva asistencia a la estabilidad del remolque, que corrige posibles balanceos aplicando los frenos o dosificando la potencia del motor. Cuenta asimismo con frenada de emergencia trasera, aviso de ángulo muerto, control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales y supervisión del conductor para detectar distracciones o síntomas de somnolencia.
Motorización híbrida enchufable
La clave del éxito del Outlander se encuentra en su sistema de impulsión PHEV evolucionado. En esta entrega, el poderoso SUV coordina la labor de un motor de gasolina, el MIVEC DOHC de 2.4 litros y 16 válvulas, con la de dos bloques eléctricos de alta potencia; ubica delante uno de 85 kW (116 CV) y atrás el de 100 kW (136 CV). Con esta configuración se consigue repartir la energía a las cuatro ruedas, obteniendo además una aceleración más rápida, más suavidad de manejo y un funcionamiento silencioso. Todo ello con un incremento de la potencia hasta 306 CV, más del 40% por encima de la registrada en la generación anterior.
Mitsubishi ha optimizado también la batería, que aumenta su capacidad a 22,7 kWh, con lo que el Outlander recorre ahora hasta 85 km en modo exclusivamente eléctrico, según la prueba WLTP. Trabajando en combinación con el motor de combustión, la autonomía total alcanza los 834 km.
El sistema PHEV ofrece tres modos de conducción. El más efímero utiliza únicamente los impulsores eléctricos para suprimir humos y ruido; en el modo híbridoen serie el motor de gasolina actúa como generador para alimentar los eléctricos; en el de hibridación en paralelo el motor de combustión se asocia a los eléctricos para impulsar el vehículo de manera óptima.
El usuario puede elegir entre cuatro configuraciones la idónea para gestionar eficientemente el uso de la energía. La Normal ajusta automáticamente el uso de electricidad y gasolina; la EV elude todo lo que no sea conducción eléctrica; la Save prioriza el ahorro de batería para emplear su energía en otro momento; y la Charge fuerza la recarga del acumulador sobre la marcha.