Este año del que ya se ha cumplido el primer mes traerá consigo importantes novedades que la Dirección General de Tráfico pretende introducir en materia de circulación, aunque no hay fechas fijas para que entren en vigor. Eso sí, algunas de ellas se encuentran muy avanzadas y se espera que sean aprobadas pronto en el Consejo de Ministros.
Menos alcohol al volante
La medida más llamativa, y de la que más se ha hablado, es la reducción de los límites máximos de alcohol al volante, que se igualan para todos los conductores. Si a día de hoy está permitido conducir en España con una tasa de alcoholemia que no llegue a los 0,5 gramos por litro en sangre o de 0,25 miligramos por litro de aire espirado, la intención es que se reduzcan a menos de la mitad: 0,20 gramos por litro en sangre y 0,10 miligramos en aire espirado.
Unas tasas que no se dejan en 0 para poder contar con un margen de error que evite reclamaciones pero que en la práctica suponen que con casi cualquier bebida alcohólica se pueda dar positivo. Equivale prácticamente a la “tolerancia cero” que reclama el director general de la DGT, Pere Navarro y la medida está avalada por una recomendación de la Comisión Europea para disminuir la siniestralidad.
Multas y pérdida de puntos
Las multas, en consecuencia, también se adaptarán. Se prevé que se sancione con 200 euros (100 con pronto pago) a quienes arrojen unas tasas entre los nuevos límites y los anteriores (entre 0,20 y 0,50 gramos por litro en sangre y entre 0,1 y 0,25 miligramos de aire espirado). Por encima de estos límites las multas no cambian: 500 euros si la tasa es entre 0,26 y 0,50 mg/l y 1.000 euros si se superan los 0,51. En los dos primeros casos se perderán dos puntos de carné y en el último se descontarán seis puntos.
Todo ello se materializará a través de una proposición de ley del grupo socialista por la que se reforma la ley de Tráfico y que actualmente está en tramitación parlamentaria.
Además, la DGT, el Ministerio de Sanidad y las CCAA se plantean que se pueda retirar el permiso de conducir a quien presente una adicción al alcohol, que podría recuperar si la supera con un tratamiento de rehabilitación.
Casco integral para motoristas
También habrá novedades para los motoristas. La DGT quiere que sea obligatorio que el conductor y el pasajero, si lo hay, lleven cascos integrales o modulares cuando circulen en vías interurbanas. Además, para reducir la gravedad de las posibles lesiones, deberán usar guantes de protección al circular en carretera y calzado cerrado en todas las vías.
El borrador de la reforma, que está a falta de que se apruebe en Consejo de Ministros al ser un real decreto, permite a las motos circular por el arcén si hay tráfico denso o atascos. Además, se van a establecer cursos obligatorios para poder conducir una moto si sólo se cuenta con el carné B. Hasta ahora bastaba con tres años de antigüedad de ese permiso. Eso sí, el curso sólo será obligatorio para nuevos conductores y se pondrá en marcha a través de una orden ministerial.
Ciclistas: forma de adelantarlos, casco y dirección contraria
Va a haber cambios para los ciclistas que afectarán al resto de conductores. Para adelantarlos habrá que hacerlo a una velocidad máxima de 20 km/h menor a la que permita la vía (si la máxima es 90, habrá que adelantarlos sin pasar de 70). Además, podrán adelantar por la izquierda o por la derecha en un atasco, se les permitirá circular en dirección contraria en calles de un solo carril y limitadas a 30 km/h, se recomendará circular en ciudad por el centro del carril y se eliminarán las excepciones para no usar el casco en vías interurbanas.
Stop a avisar de los controles
Uno de los objetivos, que ya se persigue desde hace tiempo, es acabar con los grupos de difusión en diferentes redes sociales en las que usuarios avisan de los controles de alcohol y drogas, y de cualquier otro operativo que se van encontrando en las diferentes carreteras. Eso hace que esos controles pierdan parte de su eficacia porque muchos conductores varían su ruta para poder evitarlos. La intención es que la responsabilidad de la infracción caiga directamente sobre la persona que difunda la información, también si se trata de un reenvío.