Al aceptar la propuesta del grupo Meuri, Guillermo Martín afronta ilusionado un desafío profesional.

Lanzar nuevas marcas y potenciar áreas de negocio… tiene trabajo por delante.

—Es una unidad de negocio encargada de desarrollar nuevos proyectos de marcas emergentes o en proceso de adaptación (Omoda y Jaecoo, Evo, Seres, DSFK, SWM y la nueva movilidad de Invicta). Tengo una visión integral del negocio. Es un desafío, pero al mismo tiempo una oportunidad. Uno trabaja con una hoja en blanco. No se trata solo de vender, sino de desarrollar un negocio, preparar la instalación, crear el equipo, trabajar con la marca para dar los primeros pasos… Es sumamente interesante.

La estrella ahora es Omoda. ¿Qué sensaciones le genera?

—La perspectiva de futuro es sumamente positiva, desde el convencimiento que tiene el grupo Chery, propietario de la marca Omoda, de que es una apuesta a largo plazo. Han decidido hace unos años establecerse en Europa, comenzando por el mercado español. Tienen una visión a largo plazo, evidentemente con planes a corto y medio plazo. Y así estructuran sus estrategias.

Que se reforzarían si finalmente se instalan en la antigua planta Nissan de Barcelona.

—Es un elemento más que ratifica esa vocación de futuro. Sería estupendo, para generar imagen de marca y desde el punto de vista económico, por la generación de empleo. La apuesta por el largo plazo pasa por la satisfacción del cliente, y por poner a disposición del consumidor europeo el vehículo que necesita y desea. Poniendo todo el andamiaje del mantenimiento y la posventa. No es “llevo coches, los vendo y se acabó”. Hay una fuerte vocación de distinguirse de otros muchos competidores a través de una oferta integral de productos y servicio.

El Omoda 5 entra por los ojos poniendo buena cara.

¿Cuáles son los puntos fuertes de Omoda?

—Primero es el convencimiento fuerte de lo que están buscando. El portfolio de producto lo abre el Omoda 5 con una motorización de gasolina; para el segundo trimestre llega la versión eléctrica. Luego viene un par de vehículos bajo la marca Jaecoo. A final de año llega el Omoda 9, con motorización híbrida enchufable. Estos coches destacan por su altísimo nivel de equipamiento tecnológico, lo que depara prestaciones dinámicas, confort, y seguridad activa y pasiva. Además de un diseño sobresaliente, en los términos que al consumidor europeo le gustan. Así que, por el lado del producto, la posición de Omoda está consolidada, ahora hay que ver cómo reacciona el mercado.

El precio va a ser determinante

—Va a haber una etapa de lanzamiento que evidencia la fortaleza de Chery, capaz de poner en el mercado los vehículos que va a ofrecer a un precio de lanzamiento sumamente competitivo. Algo que no puede hacer cualquiera.

¿Cambiará después esa política comercial y subirá las tarifas?

—En este momento hay una oportunidad de comprar un coche a un precio que no sabemos cuánto tiempo va a durar. Un ejemplo: todas las marcas cobran un importe adicional por las pinturas metalizadas; Omoda no. En algún momento el vehículo va a comenzar a posicionarse en el segmento en el que debe estar. Otro de los pilares de la marca es la calidad, refrendada por la garantía de siete años o 150.000 km de garantía, evidencia clara de la confianza en sus propios productos. Omoda apuesta por una red de distribución en la que participan los principales grupos de automoción del Estado.

¿Dispondrán de suministros para atender la posible demanda?

—No va a haber problema de producción, de suministro de unidades y de repuestos. El grupo Chery ha firmado un acuerdo con uno de los operadores logísticos más importantes de Europa, que va a gestionar el depósito central de piezas. En menos de 24 horas, cada concesionario recibirá sus repuestos. El cliente puede estar tranquilo: viaje donde viaje tendrá plenas garantías de servicio posventa.

El objetivo es transmitir confianza al público.

—Así se disipan posibles reticencias por el desconocimiento de la marca o por su origen chino. Muchos de los bienes que utilizamos a diario, sobre todo tecnológicos, son producidos en China. Hace tiempo que ya hemos abierto la mente eliminando prejuicios. El veredicto lo tiene el mercado, el consumidor final, pero la apuesta de Omoda y Jaecoo no es low cost. Tenemos un precio bajo promocional para un coche que no es de costo bajo. Hay que probarlo.

El Omoda 5 es un claro ejemplo de compra racional, pero hoy proliferan otras fórmulas para disponer de un automóvil. ¿Cómo se adapta el grupo Meuri a ese escenario?

—La compra de coche sigue siendo emocional, pero el público se está volviendo más pragmático. Los hábitos de compra y uso están cambiando. La filosofía del grupo Meuri es evolucionar como lo hace el mercado para ofrecer constantemente lo que demanda, poniendo siempre al cliente en el centro para que elija.