EL 2008 apunta alto. Más bien lo hace Peugeot, cuyo empeño por acortar distancias con las marcas premium viene deparando en los últimos años productos con significativos progresos en diseño y calidad. Asciende, en consecuencia, la reputación de la marca del león, y también lo hace su tarifa. La estrella actual del repertorio es el 2008, que toma el testigo del 3008, al atraer a una de cada tres personas que confían en la marca. Ese protagonismo explica el mimo con el que la casa francesa afronta el ‘restyling’ del SUV compacto, cada día más esmerado y proclive a la electrificación. A la versión a batería, ahora potenciada para ganar agilidad y autonomía, agregará a comienzos de 2024 una variante Hybrid a 48V.

En ocasiones, la puesta al corriente de la imagen y el contenido de un modelo a mitad de su vida útil (se programa más o menos al cumplir tres años cada generación) cobra valor por los detalles. Unos oportunos y acertados retoques pueden marcar la diferencia entre un lavado de cara y una evolución cualitativa. Es el caso del 2008.

Nadie encontrará en el nuevo cambios drásticos; solamente unos cuantos matices de índole estética y técnica. Sin embargo, la suma de todos ellos hace el coche algo distinto, al conferirle un porte más refinado y redondo. El 2008 conserva las proporciones externas conocidas: 4,30 metros de longitud, 1,99 de anchura (retrovisores incluidos) y 1,55 de altura; su maletero sigue ofreciendo 434 litros útiles bajo la bandeja trasera.

El 2008 asume una parrilla inspirada en la estrenada por el 408. La conforman ocho líneas horizontales de pequeñas piezas –negras o en color de la carrocería, según el acabado– que aguzan la expresión del semblante al espigarse a modo de abanico. Armoniza con los grupos ópticos, que adoptan la reciente firma lumínica de tres rayas imitando un zarpazo felino. Peugeot remata el contorno del crossover con nuevos diseños de llantas y lo adorna con una paleta de colores más amplia.

En el interior destaca la presencia de la pantalla táctil de diez pulgadas, es decir, con 25,4 centímetros de diámetro, ahora común a todas las versiones; en las superiores es de alta definición. Ya no sorprende tanto el vanguardista diseño del puesto de mandos i-Cockpit, convertido en seña de identidad de la marca, con su característico volante de pequeño tamaño achatado por debajo. Normalmente, requiere un periodo de adaptación, pero quien lo prueba ya no quiere volver al tradicional.

Al replantearse la nueva gama del 2008, Peugeot ha decidido aplicar algunos cambios. En consecuencia, reordena el catálogo motriz, que prosigue el avance en el ámbito de la electrificación. Destaca en el mismo la presencia de una versión e-2008 más solvente y con mayor alcance. La otra gran novedad es la incorporación de una variante con sistema de hibridación ligera semejante al que montan ya el 3008 y el 5008. Eso sí, su trasplante al 2008 se hará esperar hasta comienzos del año que viene.

Esta próxima versión Hybrid de 48 voltios instala un propulsor gasolina PureTech de reciente desarrollo, con 136 CV. Va acoplado a una caja de cambios electrificada, de doble embrague y seis relaciones, que incluye un motor eléctrico. Por medio de una batería que se recarga durante la marcha, esta tecnología procura un plus de energía a bajo régimen y contribuye a atenuar el consumo de combustible hasta en un 15%. Peugeot afirma que este sistema de hibridación suave permite al 2008 funcionar más del 50% del tiempo en modo totalmente eléctrico, lo que supone circular con nulas emisiones de dióxido de carbono.

La firma francesa completa la nómina de propulsores al servicio del 2008 con tres conocidas opciones de combustión. Conserva los dos bloques PureTech a gasolina de tres cilindros y 1,2 litros; el de 100 CV se combina únicamente con caja de cambios manual de seis marchas, mientras que el de 130 se ofrece también asociado a transmisión EAT8 automática de ocho relaciones. Cierra la lista el motor diésel BlueHDi de cuatro cilindros, 1,5 litros y 130 CV, provisto como los gasolina de sistema Stop & Start, que se vincula a la caja automática EAT8.

Además, Peugeot extiende ahora a varias versiones del 2008 la posibilidad de instalar Grip Control. Este sistema de gestión electrónica de la tracción delantera permite elegir al consumidor entre tres modos de conducción, para adecuarse a diversas superficies (arena, barro y nieve); se combina con neumáticos todo clima.

El 2008 tiene a su disposición un buen menú de ayudas a la conducción. Integran esa relación el control de crucero adaptativo con función Stop and Go y distancia entre vehículos ajustable, freno de emergencia automático con aviso de colisión (detecta peatones y ciclistas, de día y de noche hasta a 140 km/h), reconocimiento y visualización de señales de tráfico en los cuadros de instrumentos digitales, alerta activa de cambio involuntario de carril con corrección para evitar la salida del mismo, control de ángulos muertos y sistema de detección de fatiga del conductor en viajes largos (a partir de 65 km/h analiza los movimientos del volante para prevenir posibles pérdidas de atención).