A estas alturas del otoño puede que hayamos observados ciertos cambios en nuestro gato. Puede que lo notemos, más apagado, menos juguetón, reacciona más lentamente a los estímulos. En principio no le pasa otra cosa que el paso del verano al otoño, con los días más cortos, con el cambio de luz , con la bajada de las temperaturas afecta a sus rutinas y a su estado de ánimo. Esto significa que pasa por un periodo de apatía otoñal.

También su cuerpo se va adaptando a las nuevas condiciones. Habrá un cambio en su pelaje, que será más espeso para combatir el frío del invierno. Esto hará que el pelo viejo se caiga de manera bastante perceptible, con riesgo de que se trague más bolas de pelo cuando se acicale.

Añadir una manta a su cama o su escondite preferido le ayudará a llevar mejor el frío invernal. Baby cat curled up and sleep on cozy pink blanket. Fluffy tabby kitten snoozing comfortably on knitted bed. Kitten lying, relaxing.

La falta de luz, que los días sean más cortos le harán dormir más, contribuyendo a que su actividad diaria baje más todavía. Además, en el caso de los gatas, esa entran en una fase de reposo sexual ya que es en las estaciones con mayor horas de luz cuando entran en su ciclo estral.

En principio no es nada grave, entra dentro de su ciclo anual, pero también hay que estar atento a que no oculte, que no haga de pantalla de alguna enfermedad subyacente, por lo que no está de más una visita al veterinario.

Para evitarle estos problemas, y para animarlo un poco, esto es los que podemos hacer por nuestros compañeros de piso.

Cuidarles el pelo

A finales del septiembre principios de octubre lo normal es que les empiece a crecer un pelo más grueso, que engrose su protección natural contra el frío invernal que empieza a intuirse. Un buen cepillado a diario ayuda a eliminar el pelo muerto. De esta manera se evita que este se esparza por toda la casa y haya que estar limpiándolo de muebles, alfombras y ropa a cada momento.

Además es también una manera de evitar que se lo traguen tras una sesión de autolimpieza a lametones. Las bolas de pelo que se les pueden formar en el estómago pueden llegar a ser un serio problema de salud.

Por otra parte este cepillado, hecho con mimo, también es un buen ejercicio para fortalecer las relaciones gato-humano y levantarle el ánimo.

Ofrecerles luz y calor

Oscuridad y frío, probablemente dos de las cosas que menos gustan a los gatos. Por ello hay que procurar ofrecerles luz y calor. En la medida de lo posible permitir la entrada por las ventanas de la mayor cantidad de luz natural posible. Además, y como complemento, durante las horas diurnas, si la casa es algo oscura, dejar encendida alguna luz de bajo consumo para evitar que se aletargue y duerma más horas.

A pesar de la calefacción, la casa, la vivienda suele estar más fría que el resto el año, algo a lo que los gatos son especialmente sensibles. Por ello hay que ofrecerles algunos rincones más cálidos donde puedan estar más cómodos, algo más calentintos. Ofrecerles una manta o una cama que los aísle más del suelo, o con la que puedan hacerse una cueva en la que mantener la temperatura puede ser una buena idea. También puede ser oportuno revisar la ubicación de los cuenco de comida o del arenero, buscando rincones más templados y cercanos a fuentes de calor.

Interactuar con nuestro gato ayuda a subier su estado de ánimo, a que se muestren menos apáticos en este periódo del año. Freepik

Cuidar especialmente la alimentación

La apatía y la falta de ejercicio pueden hacer que pierda parte del apetito, que coma menos. Esto es un problema ya que con el frío puede llegar una bajada de las defensas y un debilitamiento del sistema inmunológico, provocando que puedan enfermar. Por ello es necesario ofrecerle comida especialmente tentadora en cuanto a aromas y sabores, y con alto valor nutricional.

No hay que olvidar que están en una fase de muda, que el pelo les está cambiando, por lo que es más que conveniente añadir algún suplemento que refuerce la salud del pelo y de la piel. Complementos o elaboraciones que ofrezcan un plus de omega 3 y 6 ayudarán en este aspecto.

De todas formas, es una buena idea que las modificaciones en la alimentación, así como la posibilidad de añadir suplementos se hagan siguiendo las instrucciones del veterinario de confianza.

Interactuar y jugar con ellos

A pesar de tener una cierta actitud solitaria, los gato no dejan de ser animales sociales, por lo que les gusta relacionarse con su familia, con su grupo. Por ello, para que salgan de sus estado apático basta con que se les preste más atención.

Jugar, acariciarlos, pasarles el cepillo, acurrucarse junto a ellos ayuda a levantarles el ánimo y a mostrarse más activos. Ofrecerles juguetes nuevos que les obliguen a moverse excitará su curiosidad. Si esto se hace de forma regular, si se pasa más tiempo con ellos, es más que probable que salgan de su apatía otoñal y recupere su humor habitual vivaz y curioso, volviendo a ser el que es el resto del año.