Estrenar una sudadera o un jersey suele ser un placer, pero también puede convertirse en una molestia si la prenda recién comprada empieza a soltar pelusas. Esta situación, muy habitual en tejidos como el algodón o las mezclas de poliéster con felpa, genera frustración en los consumidores que ven cómo la camiseta que llevan debajo queda cubierta de pequeñas fibras. Sin embargo, existen soluciones prácticas y sencillas para reducir este problema y alargar la vida útil de la ropa.

Lavar la prenda con vinagre

El primer consejo de los expertos en cuidado textil es lavar la prenda antes de usarla por primera vez. Muchas fibras sueltas se acumulan durante el proceso de fabricación y transporte, y un primer lavado en ciclo suave ayuda a eliminarlas. Para reforzar el efecto, se recomienda darle la vuelta a la prenda y evitar sobrecargar la lavadora. En este primer lavado puede añadirse un vaso pequeño de vinagre blanco, un truco casero que ayuda a fijar los colores y compactar el tejido, disminuyendo la liberación de pelusa.

El vinagre de limpieza se ha consolidado como una alternativa natural, segura y ecológica para mantener los suelos limpios y relucientes. Freepik

Otro gesto sencillo es utilizar un rodillo quitapelusas o cinta adhesiva sobre la cara interior del jersey o sudadera antes de estrenarla. De esta manera se retiran los restos más visibles de fibras que acabarían en otras prendas. Si se dispone de secadora, puede ser útil introducir la prenda con bolas de secado, que atrapan pelusa y reducen la electricidad estática, aunque siempre respetando las indicaciones de la etiqueta de lavado para no dañar el tejido.

La prevención también pasa por el almacenamiento adecuado. Guardar las prendas más delicadas en bolsas de tela transpirable evita que acumulen polvo y minimiza el roce con otras fibras que puedan generar más desprendimiento. Asimismo, conviene no mezclar en el mismo lavado tejidos que producen mucha fricción, como toallas, con sudaderas o jerséis nuevos, ya que esta combinación favorece la formación de bolitas y pelusas.

Aparatos útiles

Más allá de las soluciones caseras, el mercado ofrece cada vez más accesorios para el mantenimiento textil. Los cepillos eléctricos antipelusas o los quitapelusas manuales se han popularizado en los últimos años y resultan muy efectivos para eliminar acumulaciones sin dañar la prenda. Se trata de una inversión asequible que permite prolongar la apariencia de la ropa y evitar que llene otras prendas de pelusa rápidamente.

La clave, en las etiquetas

Los especialistas recuerdan que las pelusas no son necesariamente un signo de mala calidad. En muchos casos, se deben al propio tipo de fibra o al acabado de la prenda. El algodón cepillado, por ejemplo, tiende a desprender fibras en sus primeras puestas, pero después se estabiliza. En cambio, materiales sintéticos de baja calidad pueden mantener el problema de forma persistente, lo que hace recomendable comprobar las etiquetas de composición antes de comprar.

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Una mujer mira la composición de una prenda en su etiqueta. Freepik

En un contexto en el que los consumidores valoran cada vez más la durabilidad de la ropa, estos pequeños cuidados son clave para que las prendas mantengan su aspecto durante más tiempo. Evitar las pelusas no solo mejora la estética del vestuario, sino que también contribuye a un consumo más responsable, alargando la vida de las sudaderas, jerséis y chaquetas que se compran cada temporada.