El lehendakari Aguirre falleció el 22 de marzo de 1960 en París. Meses después, en noviembre, el nuevo presidente vasco en el exilio, el donostiarra Jesús María de Leizaola, protagonizó su primer viaje oficial a América, que tuvo gran repercusión e inmejorable acogida. El delegado del Gobierno vasco en Argentina, el barakaldarra Pedro de Basaldúa, que le recibió en aquel país, detalló aquel exitoso periplo al vicelehendakari, el gasteiztarra Francisco Javier de Landáburu.

De aquel informe se desprende que aquello “fue apoteósico”, destacaba Basaldúa, quien había sido secretario personal del fallecido ocho meses antes José Antonio Aguirre. En el documento, hace referencia a los últimos días en Argentina que dedicaron a “contactos y actividades de carácter político”.

Así, el jueves 24 de noviembre, da cuenta de que visitaron la embajada de México, y tras un “largo encuentro”, se reunieron con el líder democrático-cristiano. Aquel mismo día, acudieron al hogar de un navarro de 102 años, Lorenzo Larralde. Por la noche, ofrenda floral al general San Martín, “libertador de Argentina”, en Lomas de Zamora. El discurso “vasquista” de Leizaola causó “entusiasmo”.

Al día siguiente, tras el revuelo del día anterior, a la entrada de Arrecifes se formó una caravana y “así Leizaola entró a la ciudad”. Le dispensan una visita a la ciudad, conoce varios colegios, y en uno de ellos le esperan con el alumnado en formación. Tras diferentes actos, acuden a un colegio más, en esta ocasión, uno de mujeres. “Se dio la bienvenida al lendakari en brillante discurso”. También se acercaron al cementerio local para rendir tributo a un panteón de la comunidad vasca en la localidad. Hablaron Lucio Echániz, Gamboa y Leizaola. A esto se sumaron cantos y bailes.

Por la tarde, tocó acercarse a Pergamino, donde también fueron recibidos con una caravana de vehículos para hacerles el honor por la presencia del Gobierno de Euzkadi en aquellos lares. Visitaron la Intendencia, donde reservaron el lugar presidencial al nuevo lehendakari. “Fue todo ello muy hermoso. El salón de actos estaba lleno”. De allí a una radio, donde “fue reporteado Leiz”. (sic).

El banquete al que asistieron autoridades y párroco local fue, a juicio de Basaldúa, extraordinario, pues el gran patio estaba lleno con “abundantes discursos”. Al día siguiente, partieron hacia San Nicolás con festejos similares: “Gran entusiasmo y concurrencia extraordinaria”. De allí, hacia la gran ciudad de Rosario. “Esto ha sido apoteósico”, reitera Basaldúa. Desde diez kilómetros antes de llegar, esperaban dantzaris formados, con despliegue de banderas. “La caravana de autos y omnibús pasaba de cuarenta. Descendió el lendakari

balcones con banderas

A continuación, entró en la ciudad. “Fue algo muy bullicioso. Se permitió el paso a Leizaola por las calles principales e, incluso, por aquellas que habitualmente estaban cerradas al tránsito de autos”. La llegada al centro vasco fue “emotiva”. Esperaba un gentío enorme y el balcón estaba “lleno de banderas patrias”. De nuevo, ofrenda floral ante el monumento de San Martín, y una rueda de prensa con los medios de comunicación argentinos presentes.

En ese momento, un gudari de Matiko apellidado Totorika impartió una conferencia bajo el título La causa del porvenir vasco.En aquella misma “cancha”, repleta de personas, se celebró un banquete. Compartieron menú, exdiputados, personalidades políticas y eclesiásticas. “El presidente Galarza pronunció un gran discurso, continuando Gamboa y el lendakari”. A su clausura, las emakumes -patriotas de Euskal Abertzale Batza- obsequiaron al nuevo presidente vasco con una “magnífica cartera de cuero negro para documentos. Fue una fiesta inolvidable”, mecanografiaba Basaldúa a Landaburu.

La jornada siguiente dio comienzo con una misa en Maria Auxiliadora, cantando el coro y con despliegue de dantzaris. Se celebró un importante acto ante un retoño del Árbol de Gernika. Más de 200 personas tomaron parte en el banquete de aquella jornada. “Hablamos Galarza, Jesús de Zabala, yo y el lendakari”, detallaba. La despedida fue un “broche de oro para este viaje. Difícilmente cabe preparar algo más entusiasta y más acabado que lo que hemos vivido”.

Las visitas concluyeron con la Casa del Acuerdo histórica, en la que el director de la misma dio bienvenida a Leizaola y le regaló unos libros. Concluyeron los actos con un “encuentro galeuzquiano, otro con el Centro Republicano Español y una cena con el expresidente general Aramburu”. El periplo tuvo su último acto en Laurak Bat.