El turrón de Ruffles jamón que está arrasando: la locura viral de esta Navidad
Una marca de turrones artesanales firma el que es uno de los productos más curiosos de la temporada
La campaña navideña de este año ha traído consigo una de las propuestas más comentadas del momento. Se trata de un turrón con sabor a Ruffles de jamón que ha despertado tanta sorpresa como curiosidad entre los consumidores. La idea, que a simple vista puede parecer loca por unir un producto salado con uno de los dulces más tradicionales de la Navidad, se ha convertido rápidamente en un fenómeno viral. La responsable de esta creación es Pepina Pastel, una firma de repostería artesanal que ha logrado hacerse un hueco destacado en el mercado gracias a propuestas originales y de producción limitada. En esta ocasión, el turrón se lanza como edición especial para estas fiestas, lo que ha disparado todavía más el interés por probarlo.
Cómo se hace
En cuanto a su elaboración, el turrón está compuesto por una base de chocolate blanco combinada con el característico sabor de las patatas fritas de jamón, que se integran de forma artesanal en la receta. El resultado es una mezcla que busca equilibrar el dulzor con un toque salado muy reconocible, dando lugar a una textura crujiente y un sabor totalmente distinto al de los turrones clásicos. Desde el obrador explican que el objetivo ha sido sorprender sin perder la calidad del producto, apostando por una combinación que rompe con lo tradicional pero mantiene el espíritu navideño.
Era una mezcla que muchos consideraban impensable hasta que los primeros foodies del país, entre ellos Takoyaki, empezaron a probarla y a convertirla en tendencia en redes. El influencer gastronómico ha definido el sabor como "una locura", destacando precisamente lo bien integrado que está el contraste entre dulce y salado. “Podéis pensar que no pega nada, pero lo integran tan bien y está tan bueno”, ha asegurado.
Pepina Pastel ha comunicado que este turrón solo estará disponible en edición limitada durante la campaña navideña y hasta agotar existencias.
Una gama completa
Además de este turrón que ha acaparado buena parte de la atención, Pepina Pastel también ha lanzado un pack especial de cinco turrones por un precio de 75 euros, pensado para quienes buscan sorprender con sabores diferentes en la mesa de Navidad o regalar una experiencia gastronómica curiosa. En este lote se incluye un turrón de Doritos, un turrón de palomitas dulces, un turrón de chocolate con Gublins, un turrón de Ruffles de jamón y un turrón de Palmeritas, una selección que combina propuestas claramente arriesgadas. Desde la marca explican que este pack responde a la demanda de quienes desean probar varios sabores sin tener que elegir solo uno.
Un reflejo del cambio
La aparición de un turrón tan atípico evidencia que la tradición no siempre se corresponde con lo predecible. En un contexto en el que los consumidores (especialmente los jóvenes o quienes siguen tendencias gastronómicas) buscan experiencias nuevas, originales, incluso disruptivas, propuestas como esta sirven para romper moldes y desafiar ideas preconcebidas sobre lo que debe ser un dulce navideño.
Aunque para el público general este tipo de combinaciones puede resultar chocante o incluso extraña, lo cierto es que en la alta cocina llevan años explorándose propuestas muy similares. Chefs de vanguardia como Dabiz Muñoz han construido buena parte de su identidad creativa precisamente sobre la base de mezclar sabores dulces y salados, texturas opuestas e ingredientes inesperados, trasladando ese concepto desde los fogones más experimentales hasta el gran público.
Estas fusiones, que antes solo se veían en restaurantes de alta gastronomía, ahora empiezan a llegar a productos cotidianos como los dulces navideños, demostrando que lo que antes parecía una rareza hoy se abre paso como una nueva forma de entender la cocina.
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