La receta viral con calabacín que conquista las redes
Las redes están ayudando a viralizar una receta que cambia la manera de consumir una de las verduras del verano
En las últimas semanas, una nueva forma de preparar calabacín está arrasando en redes sociales: las chips de calabacín crujientes. Más allá de ser una idea original y vistosa, es una receta sencilla, saludable y perfecta como aperitivo o guarnición.
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El proceso no requiere ingredientes complicados ni utensilios especiales. El primer paso consiste en cortar el calabacín en rodajas gruesas, aunque se pueden hacer más finas si se busca un acabado más crujiente. Con ayuda de un cuchillo o un sacabolas, se retira el centro de cada rodaja, de manera que queden con forma de anillo o donut.
A continuación, las piezas se colocan en un bol junto con un chorro de aceite de oliva virgen extra, pimienta negra recién molida y queso parmesano rallado. Se remueve bien para que todos los aros queden impregnados de sabor y, una vez listos, se disponen en una bandeja de horno. El toque final llega al hornearlos a temperatura media-alta hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
La receta no acaba ahí. Los centros retirados del calabacín pueden aprovecharse para elaborar una salsa de acompañamiento. Basta con triturarlos junto con un poco de yogur natural, ajo, hierbas aromáticas y sal para obtener un dip fresco y ligero. Otra opción es variar los condimentos: cambiar el parmesano por otro queso curado, añadir pimentón ahumado o incluso darle un toque picante con guindilla.
Un snack saludable y versátil
Además de ser una propuesta estética y diferente, estas chips de calabacín son una alternativa más ligera a las patatas fritas. El horneado, en lugar de fritura, reduce notablemente la cantidad de grasas añadidas, mientras que el uso de aceite de oliva y queso parmesano aporta sabor y grasas saludables.
El calabacín es una de las hortalizas más refrescantes y ligeras que se pueden incluir en la dieta. Su alto contenido en agua ayuda a mantener una buena hidratación, algo esencial durante los meses de calor. Además, al ser muy bajo en calorías y fácil de digerir, resulta ideal para comidas ligeras que no sobrecarguen el organismo en días calurosos.
El calabacín es una hortaliza de bajo contenido calórico, compuesta en más de un 90% por agua. Aporta apenas 17 kcal por cada 100 gramos, lo que lo convierte en un aliado perfecto para dietas de control de peso. Es rico en vitamina C, ácido fólico, potasio y magnesio, y su contenido en fibra contribuye al buen funcionamiento digestivo.
Otro punto a destacar es su versatilidad. Se puede consumir crudo, salteado, al vapor, en cremas, relleno o, como en esta tendencia, al horno. Su sabor suave combina bien con hierbas, quesos, especias y todo tipo de salsas, lo que multiplica las posibilidades culinarias.
Un producto con historia
El calabacín pertenece a la familia de las cucurbitáceas, la misma que la calabaza y el pepino. Se cree que su cultivo se remonta a hace más de 7.000 años en Mesoamérica, desde donde se extendió a Europa tras el descubrimiento de América.
Hoy en día, el calabacín es uno de los vegetales más consumidos en la dieta mediterránea, no solo por su sabor y facilidad de preparación, sino también por su valor nutricional y su adaptabilidad en recetas tanto tradicionales como modernas.
Las chips de calabacín no son solo una moda pasajera. Combinan presentación atractiva, sabor intenso y beneficios nutricionales. Son rápidas de hacer, fáciles de adaptar a diferentes gustos y, gracias a su bajo contenido calórico, encajan en cualquier tipo de alimentación saludable. Una forma creativa de redescubrir una hortaliza que, sobre todo en verano, tiene mucho que aportar en la cocina.