El triunfo de los sabores locales en Plentzia
El restaurante Gurea conquista a su clientela desde hace 37 años con pescados de la zona a la parrilla en un ambiente familiar
Cuando llega el verano, el Gurea de Plentzia abre las puertas de su restaurante para ofrecer sardinas, chicharro, lubina y rodaballos a la brasa, con los que se ha forjado buena fama. A su parrilla llegan pescados de la zona, incluso de Plentzia. Y en esta época, la ijada de bonito es una de las recomendaciones de la casa.
Relacionadas
En concreto, las sardinas “de aquí” pueden saborearse ahora en su mejor momento. Según indican desde la cocina, el periodo óptimo para su consumo se extiende desde la Virgen del Carmen hasta la Virgen de Begoña.
En las mesas de este restaurante familiar, el comensal podrá saborear género de calidad, concretamente, las capturas de Copi y Belda en su barco Kala Berri de Armintza.
Quienes prefieran optar por las carnes tienen a pedir de boca la chuleta de ganado mayor de la carnicería Urrutia de las Arenas que les sirve Nekane. Porque allí, todo el género local procede de proveedores conocidos. Incluso los pimientos, tomates y cebollas, que llegan de un caserío ubicado en Estrada Martiturri de Getxo, junto a La Galea.
Los postres que ponen fin al condumio son caseros, elaborados con mimo en la cocina, como se comprueba después en el paladar.
En el interior, el comedor, de diseño marinero, puede acoger hasta 40 comensales, si bien la terraza es un plus del Gurea, en una plaza privilegiada por sus excepcionales vistas al puente de Plentzia y su entorno. Allí dan servicio al aire libre a 30 pax, un placer añadido al de la comida con buen tiempo.
Al Gurea, la popularidad en Plentzia le precede, por lo que es mejor reservar. Además, de encargo preparan comidas para grupos.
Su carta es sencilla, sin florituras, pero con sabores auténticos, ya que ofrecen piezas de pescado salvaje ideales para compartir entre dos personas.
En cuanto a las sardinas, que son un reclamo para su clientela en este tiempo, se pueden acompañar con ensalada de ventresca, pimientos verdes... o bien pedir como entrantes pulpo a la brasa o ventresca con pimientos del piquillo, por poner el caso.
En bodega, los clásicos de Rioja riegan los platos de la carta para dar completa respuesta al comensal, al que brindan un trato familiar y cercano desde hace ya 37 años.