Las legumbres han sido un elemento básico en la dieta humana durante miles de años y su popularidad no deja de crecer. Ahora que tanto se habla de superalimentos, las legumbres demuestran que no hace falta buscar muy lejos, ya que son un alimento básico de cualquier despensa. Por ello, deberían ser un alimento imprescindible en cualquier dieta equilibrada que se precie y los expertos recomiendan consumirlas al menos dos veces por semana.
Aquí van cinco razones para apostar por ellas:
- Fuente de proteínas y minerales. Son una gran fuente de proteínas de alta calidad, que son esenciales para el mantenimiento de músculos y tejidos, y también contribuyen a la reparación celular y al fortalecimiento del sistema inmunológico. Además, este superalimento es rico en hierro, magnesio, potasio y calcio, que es fundamental para la salud ósea y muscular. Estos nutrientes son especialmente recomendables para mujeres en la menopausia y en la tercera edad, ya que fortalecen los huesos.
- Aportan antioxidantes y nutrientes para el cerebro. Las lentejas, los garbanzos o las alubias contienen muchas vitaminas del grupo B, como el folato, la tiamina y la niacina, que son importantes para la salud cerebral. El folato, por ejemplo, desempeña un papel clave en la formación de neurotransmisores, indispensables para la memoria y la función cognitiva.
- Ayudan a controlar el peso y los azúcares en sangre. Las legumbres tienen un índice glucémico bajo, lo que significa que liberan energía de forma lenta y constante. Esto ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y a reducir los picos de insulina, lo que beneficia especialmente a personas con diabetes o que desean controlar su peso.
- No engordan. Según afirman los expertos, son bajas en grasa y tienen un gran poder saciante, lo que las hace un gran aliado para mantener a raya nuestras reservas de grasa corporales. Unas legumbres viudas, es decir, solo con verduras, es un plato que debería estar cada dos o tres días en nuestra mesa, dejando el acompañamiento para ocasiones especiales.
- Sostenibilidad. Puede que el cultivo de legumbres sea uno de los más sostenibles que existen. No solo porque requieren poca agua para su producción, sino porque son bastante resistentes a las sequías y heladas, lo que las hace que se adapten muy bien a cualquier clima.