Los embutidos son una parte fundamental de la dieta en muchos hogares. Desde el jamón hasta las salchichas, estos productos cárnicos procesados se consumen en grandes cantidades, alcanzando más de 400.000 toneladas al año. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido que estos alimentos no son particularmente saludables. En este artículo, exploraremos cuál es el embutido más saludable y cómo elegir el mejor según las recomendaciones de la OCU.

Tipos de embutidos y su impacto en la salud

La OCU clasifica los embutidos en función de su proceso de elaboración, lo cual influye en su perfil nutricional. Existen productos curados, marinados, sometidos a tratamiento térmico, y aquellos que requieren cocinado antes de su consumo. Cada tipo tiene características específicas que afectan su valor nutricional y su impacto en la salud.

Los embutidos curados, como el jamón, la cecina y el chorizo, son sometidos a un proceso de salazón y posterior curado, lo que les confiere un alto contenido en sal y grasas saturadas. Este tipo de embutidos, aunque muy populares, son los menos recomendables desde un punto de vista nutricional debido a su elevado aporte calórico y su impacto negativo en la salud cardiovascular.

Por otro lado, los embutidos cocidos, como el jamón cocido y la pechuga de pavo, suelen tener un menor contenido en grasas. Sin embargo, el contenido de sal sigue siendo un problema. En algunos casos, estos productos incluyen aditivos como almidones para mejorar su textura y retención de agua, lo que reduce su calidad nutricional.

Tabla de ibéricos con jamón, chorizo y salchichón acompañados con pan Freepik

El embutido más saludable según la OCU

La OCU ha analizado más de 200 embutidos y ha encontrado que, en general, estos productos tienen malas valoraciones nutricionales. Solo un producto obtuvo la calificación A en el sistema Nutriscore, y se trata de un jamón cocido. Otros dos productos, también jamones cocidos y pechugas de pavo, recibieron una calificación B. Esto destaca que, dentro del universo de los embutidos, aquellos que se presentan como opciones más saludables son, sin duda, los embutidos cocidos.

El jamón cocido y la pechuga de pavo o pollo destacan por su menor contenido en grasa. Sin embargo, hay que tener en cuenta su elevado contenido en sal, lo que sigue siendo un factor de riesgo para la salud si se consumen en exceso. Es importante buscar versiones de estos productos con bajo contenido en sal, que cada vez son más comunes en el mercado.

Jamón cocido Freepik

Consejos para elegir el mejor embutido

A la hora de comprar embutidos, la OCU ofrece una serie de consejos que pueden ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables:

  1. Revisar la etiqueta: Es fundamental leer detenidamente la etiqueta del producto. La categoría comercial "Extra" indica una mayor calidad, mientras que los productos denominados "fiambres" suelen contener almidones y otros aditivos que reducen su valor nutricional.
  2. Fijarse en el contenido de sal y grasas: Aunque el jamón cocido y la pechuga de pavo suelen ser opciones con menos grasa, es crucial elegir aquellos con bajo contenido en sal.
  3. Evitar el consumo excesivo: Debido a su contenido en grasas saturadas y sal, los embutidos deben considerarse como un producto de consumo ocasional, no como un alimento básico en la dieta diaria.
  4. Considerar la conservación: Los embutidos curados deben almacenarse en un lugar fresco y seco. Los loncheados deben guardarse en la parte más fría del frigorífico y consumirse en un corto período de tiempo para evitar la pérdida de calidad.

Cortar chorizo y jamón york para añadir a una pizza casera Freepik

La importancia de un consumo responsable

Aunque los embutidos son productos muy apreciados en la dieta, es crucial recordar que no son alimentos esenciales para una dieta equilibrada. Su elevado contenido en grasas saturadas y sal los convierte en opciones poco saludables si se consumen en exceso. La OCU subraya la importancia de un consumo moderado y consciente, priorizando siempre aquellos productos que ofrezcan mejores características nutricionales.

En conclusión, el embutido más saludable según la OCU es el jamón cocido, especialmente en sus versiones con bajo contenido en sal. La pechuga de pavo o pollo también es una buena opción, pero siempre es importante leer las etiquetas y elegir productos de calidad. Adoptar un enfoque moderado y bien informado en el consumo de embutidos puede ayudar a mantener una dieta más equilibrada y saludable.