Hubo un tiempo no tan lejano en el que en Inglaterra se empleaba el término Big Four para hablar del grupo que conformaban los cuatro equipos más poderosos de la Premier League. Se trataba de Manchester United, Liverpool, Arsenal y Chelsea. A ellos se sumó el Manchester City, porque entre todos ellos habían acaparado 31 de los 33 títulos de la Premier League puestos en juego desde que en 1992 pasó a denominarse así la liga inglesa. A base del empeño de permanecer en los puestos punteros, a los cinco se sumó el Tottenham, el único de todos ellos que no ha levantado un título de liga en este tiempo, pero que modificó un concepto que pasó a denominarse Big Six, los seis clubes dominadores de la competición.

Precisamente esa circunstancia es la que pesa a día de hoy en el entorno del Tottenham, un club fundado en 1882 considerado grande de Inglaterra pero que no levanta un título desde 2008, cuando logró la Copa de la Liga. Pero para encontrar logros de mayor prestigio habría que remontarse hasta la temporada 1983-84, cuando los Spurs lograron la segunda Copa de la UEFA de su historia después de la obtenida en la 1971-72. Esos dos de los tres trofeo continentales que atesora la entidad de Londres, que también levantó la Recopa en la 1962-63. En Bilbao, por lo tanto, perseguirá su cuarto trofeo europeo y también refrescar tiempos pretéritos.

El Tottenham cuenta en sus vitrinas con dos ligas (1950-51 y 1960-61), ocho FA Cups (1900-01, 1920-21, 1960-61, 1961-62, 1966-67, 1980-81, 1981-82 y 1990-91), cuatro Copas de la Liga (1970-71, 1972-73, 1998-99 y 2007-08), siete Community Shield (1921, 1951, 1961, 1962, 1967, 1981 y 1991), así como dos títulos de Segunda División (1919-20 y 1949-50).

Pero su momento álgido pudo llegar precisamente durante esta época de sequía, cuando después de realizar fuertes inversiones alcanzó la final de la Champions League. Pero antes habría remontarse a 2001. Entonces el empresario británico Daniel Levy pasó a ejercer la presidencia tras adquirir la parte más grande del accionariado del club, lo que en la actualidad le convierte en el mandatario más longevo y a la vez en único propietario inglés dentro del Big Six.

El crecimiento de los últimos años solo se entiende a través de la inversión. Es el quinto club de la última década con mayor cantidad de pérdida teniendo en cuenta el balance entre compras y ventas, lo que deja ver las grandes inversiones que ha llevado a cabo para reforzar la plantilla. Al Tottenham presenta pérdidas de 683 millones, y solo es superado por cinco clubes del Big Six: Manchester United (1.240), Chelsea (1.045), Manchester City (1.038) y Arsenal (851).

Esta política de gasto permitió al equipo alcanzar la final de la Champions de la temporada 2018-19, en la que fue derrotado a manos del Liverpool. Si bien, aquello certificó que el club volvía a estar a las puertas de nuevos títulos. Esa oportunidad se presenta ahora, con la final de la Europa League, heredera de la Copa de la UEFA. Desde el último título de 2008, el Tottenham ha sido subcampeón de la citada Champions, de la Premier (2016-18) y en tres ocasiones de la Copa de la Liga (2009, 2015 y 2021). San Mamés brinda una nueva oportunidad a un equipo considerado grande, pero que sufre el peso se la sequía, tal y como reconoce su propio entrenador, el australiano Ange Postecoglou: “Miren el trasfondo histórico de este club y en lo que ha estado durante los últimos 20 años”. A la vez, Postecoglou trata de conceder valor a esta ocasión de devolver al Tottenham al camino de los éxitos. “¿Podemos poner a este grupo en esa pared?”, señala el técnico en referencia a las imágenes de leyendas del club que lucen en blanco y negro en las paredes internas del Tottenham Hotspur Stadium.