Aitor Larrazabal: “Falta continuidad y eso te pasa factura”

El Gernika se ha metido en un lío. El conjunto foral encadena dos derrotas consecutivas, ante el Eibar B (0-4) y en Utebo (2-0), y su colchón sobre los puestos de descenso se ha reducido a dos puntos cuando solo restan siete jornadas para el cierre de la liga regular, un escenario que “evidentemente genera inquietud, es una situación en la que no estás cómodo, porque todos pensábamos que a estas alturas de temporada podríamos tener unos cuantos puntos más en el casillero y no ha sido así”, según expresa a DEIA Aitor Larrazabal, el director deportivo del Gernika.

“No hemos tenido una regularidad que es necesaria para competir en esta categoría. Creo que tenemos un equipo mejor de lo que los números dicen, pero al final hay que competir cada partido. Hemos estado bien en fases de muchos partidos, pero nos ha faltado esa continuidad en algunos de los otros o durante la gran mayoría de minutos de los partidos. Eso te pasa factura”, argumenta Larrazabal, que también se lamenta de las lesiones que sufren Iñigo Baqué, que hoy será operado de menisco; y Ander Pacheco, con un tendón del aductor afectado; aunque no quiere escudarse en ello: “El resto también deben de dar un pasito y tenemos que estar concienciados de la importancia que tenemos en estos últimos siete partidos de conseguir los puntos necesarios para mantener la categoría”.

La entidad foral, pese a esas dos bajas, no acudió al último mercado invernal “porque lo que había para poder firmar no nos convencía del todo, fuimos a por dos jugadores que decidieron comprometerse con otros equipos, ya que hay que adaptarse al presupuesto que tenemos y desde luego el Gernika no va a hacer un gasto superior al que debe hacer”, alega el que fuera capitán del Athletic, que se ampara en la plantilla que dispone.

“Creíamos también que con los jugadores que teníamos podíamos tirar hacia arriba, cierto que en pretemporada también tuvimos la grave lesión de Xabi Arberas, que ahora ha empezado a entrar con el grupo y ha jugado los dos últimos partidos dos ratos, el caso de Gorka Agirre es el mismo guion, son jugadores que todavía no están para 90 minutos y eso también se nota. Si sumas todo, la verdad es que el equipo ha tenido una penalización importante”, reflexiona el director deportivo del Gernika, que blinda su confianza en Gorka Iraizoz en el banquillo aun consciente de los picos bajos que ha tenido su equipo, sobre todo el pasado mes de diciembre, cuando solo sumó un punto de doce posibles, después de perder contra el Barbastro, empatar con el Subiza y perder contra la Real C, al igual que el primer partido de enero contra el Alfaro. “Fueron momentos complicados, pero decidimos, tanto el presidente, la Junta Directiva como yo mismo, seguir confiando en el cuerpo técnico y luego se ganaron partidos; vemos que el trabajo que hay por detrás es importante”, recuerda.

Partido determinante

Larrazabal subraya que el encuentro que el Gernika disputa el domingo en Urbieta (17.00 horas) frente al Calahorra, equipo con el que se encuentra empatado a puntos en la tabla, como “determinante”, porque “en caso de llevarnos los tres puntos, ganas el average particular, por lo que a modo de confianza va a ser muy importante”. “No soy amigo de decir que son finales porque todavía quedarían seis partidos después, pero sí un partido trascendental para los intereses probablemente de los dos equipos”, añade el de Loiu, quien, no en vano, se fija en el calendario al que el colectivo de Iraizoz encara en las siete jornadas que restan, ya que, tras el Calahorra, visita a la SD Logroñés, tercer clasificado, recibe al Arenas, segundo, y en las cuatro últimas se mide a rivales que a día de hoy ocupan puestos de descenso –Anguiano, Barbastro (en Urbieta), Subiza y Real Sociedad C, también en Urbieta–.

“Nuestra idea sería llegar a los 43 puntos lo antes posible. Somos conscientes de ello, quiero decir que no sabemos lo que va a ocurrir, pero sí que necesitamos en torno a 11 puntos y que hay 21 en juego”, declara, al mismo tiempo que prefiere no detenerse en si, en caso de no ser así, vería con buenos ojos la plaza de play-out, en la que se jugaría la permanencia con rivales de otros grupos. “Ahora mismo no. Cuando quede una jornada pues tendremos que manejar ese hipotético escenario, pero ahora mismo creo que el equipo es capaz de poder conseguir los puntos necesarios para mantener la categoría directamente”, concluye Larrazabal, convencido de que la permanencia empezará a escribirse con un triunfo sobre el Calahorra.