Ion Etxaniz (Elorrio, 10-I-1991) es la referencia ofensiva del Sestao River, en el que es el pichichi con una tarjeta de cinco goles, uno más que los anotados por su compañero Leandro Martínez. Es también uno de los veteranos de la caseta en su segunda etapa como verdinegro, un delantero curtido en mil batallas –llegó a Lezama en 2001 en categoría alevín y salió en 2013 tras cerrar su proyección en el Bilbao Athletic, para jugar después en el Sestao, Barakaldo, Tudelano, Leioa, Gernika, Ebro, Pontevedra, Arenas, Ejido, Linares, Intercity y Unionistas–.
Dice que el paso del tiempo “me ha hecho mejor jugador” y confía en que su equipo supere mañana al Amorebieta en el derbi de Las Llanas (18.00 horas), crucial en la lucha por la permanencia en Primera RFEF.
¿Está tocado el equipo tras la derrota en Lugo y al encadenar ya cinco jornadas sin conocer la victoria?
No sé si la palabra es tocado, pero sí que nos afectó la derrota en Lugo. Era un rival que estaba a un punto, tenía muchas esperanzas puestas en ese partido, porque también fuera de casa somos un equipo solvente. Después del partido estás muy jodido, evidentemente, la vuelta en bus, el día siguiente al entrenamiento muy jodido, pero ya desde hoy (por el miércoles) ya estás preparando el partido del Amorebieta, hay que cambiar de chip y confiar en que vamos a sacar los tres puntos.
¿Qué les sucede?
Si lo supiese... Vemos los errores que cometemos en el partido anterior e intentamos mejorarlos. Yo intento ser positivo. Es verdad que hace cinco partidos que no ganamos, pero veníamos de dos victorias en casa, luego el partido del Real Unión es muy injusto, y los otros dos han sido empates contra buenos equipos
¿Qué tienen que hacer bien y no hacer mal para salir de este apuro clasificatorio?
Lo nuestro se explica en dos mundos muy distintos, jugar en casa y hacerlo fuera. En Las Llanas tenemos que hacer un juego más simple, porque tenemos el peor césped de la categoría, ganar duelos, sacar centros y me gustaría poder adelantarnos, porque en los últimos partidos hemos ido por detrás siempre en el marcador.
¿El derbi es una final? Lo digo porque si el River pierde, volvería a ser colista como ya pasara tras el duelo de la primera vuelta en Urritxe.
Es un partido muy, muy importante, nos lo tomamos como lo que es, pero una final si la pierdes, ya no puedes optar a más. Puedes perder contra el Amorebieta y salvarte. No pasa por nuestra cabeza perder el sábado, entonces, la definición de final a mí no me gusta, pero sí que es un partido en el que tenemos que estar muy enchufados y sabemos que nuestra afición lo va a estar.
“Anécdota puede ser al inicio, pero si a estas alturas somos el peor local, no es por accidente, será por algo”
¿Qué le preocupa del derbi?
Tienes que ver un poco cómo juega el rival, pero me preocupa que nosotros hagamos bien las cosas, que ganemos duelos, que cojamos las caídas, que sigamos teniendo más ocasiones que el rival. Preocupar no me preocupa, quiero que sigamos creciendo y que el equipo sea cada vez mejor en casa, porque lo necesitamos ya.
No sé si se fía de las estadísticas, pero son el peor equipo en casa y el Amorebieta, el peor equipo como visitante. ¿Le dice algo o es una anécdota?
Anécdota puede ser en las primeras jornadas, si la estadística dice esto a estas alturas, que somos el peor local, no es por accidente, será por algo. Lo que tengo claro es que viendo los dos últimos encuentros que ganamos en Las Llanas, más el del Real Unión, cuya derrota fue muy injusta, y los dos que hemos empatado, quiero creer que hay una tendencia positiva.
Con 34 años ya está curtido en este mundo, ¿Cómo se gestiona estas situaciones delicadas?
Con trabajo y con calma. Es normal que nos preocupe la situación, porque cada vez quedan menos jornadas y produce un estrés al jugador. Somos los primeros que queremos salir de ahí, pero dentro de lo que cabe, hay intentar darle cierta normalidad y trabajar como locos, no hay otro misterio.
Es su segunda etapa en el Sestao River trece temporadas después, lógicamente no es el jovenzuelo que llegó al Sestao como cedido del Athletic. ¿En qué se ha blindado en este tiempo como futbolista y como persona?
Cuando vine aquí era muy joven, pienso que ahora soy mejor jugador, tengo más experiencia, más saber estar. El paso del tiempo me ha hecho mejor jugador, porque has vivido más situaciones de las que se dan en un partido y haces mejor las cosas. Creo que es un poco la madurez personal .
Cerró la cesión en el River y sufrió una grave lesión de rodilla que le tuvo quince meses en el dique seco.
Salí ya lesionado de aquí, acabé aquella temporada con muchas molestias en la rodilla, jugando infiltrado y cuando llegué a Lezama no pude siquiera entrenar a lo largo de toda la campaña.
¿Llegó a pensar en dejar el fútbol?
No le voy a decir que llegué a pensar en dejar el fútbol porque no piensas nada, eres muy joven y confías en el fútbol. Quince meses son muchos, porque encadené el verano, más la temporada, más el siguiente verano. Era un problema en la rodilla que no supimos dar con la tecla. Es lo más duro que he vivido en el fútbol. Al final es una impotencia tremenda. Una época que yo venía de meter 14 goles en Segunda División B, en la vida hay trenes que no pasan dos veces y entonces era un poco el momento.
“Estas situaciones delicadas hay que gestionarlas con calma y trabajar como locos, no hay otro misterio”
¿Le frenó su trayectoria, porque podría haber tenido más recorrido en el Athletic?
Cuando me recuperé de la lesión empecé a jugar la siguiente temporada en el Barakaldo y bastante feliz era ya con estar en el campo como para pensar lo que pudo haber sido. Luego el tiempo pone a cada uno en su lugar y he sido un jugador que me he asentado en la tercera categoría a nivel estatal.
¿Qué huella le dejó el Athletic?
Mucha. Yo estoy superagradecido al Athletic, porque conmigo se portaron muy bien. Entras siendo un niño con diez años en Lezama, vas cuatro días a la semana a entrenar y luego el partido el fin de semana... Ha formado parte de tu educación en la vida y en la calle, o sea, en el campo. He pasado por un filial como el Bilbao Athletic con todas las cosas que he aprendido dentro y fuera del campo.
¿Es un delantero a la vieja usanza?
No sé si a la vieja usanza, pero sí soy un delantero rematador que me gusta estar en el área, que se pelea con todo e intento darle continuidad al juego. Antes había más delanteros de mi estilo y ahora hay menos, pero también los hay hoy en día.
“Físicamente estoy bien y seguiré hasta que me dé el cuerpo, porque mentalmente me apasiona el fútbol”
¿Cuál es su mayor virtud?
Me gusta sobre todo el juego en el área, el remate, diría yo, el remate de primeras quizás. Creo que entiendo el juego.
¿Y en qué no ha llegado a mejorar?
Buena pregunta. Seguro que he tenido muchas cosas que mejorar, me hubiese gustado ser más rápido pero, claro, eso no se puede mejorar, o se tiene o no se tiene.
Es un trotamundos, ya que ha jugado en quince equipos. ¿Por qué ha tenido que hacer tantas veces las maletas?
En esta categoría no se firman contratos muy largos. Sí que ha habido temporadas que he firmado contratos de dos años, aquí sería mi segunda temporada, en el Intercity estuve una y media; en el Arenas, dos. Si en estas categorías lo haces bien y marcas goles, intentas tener contratos mejores o tirar de equipos que crees que van a estar arriba. En Primera RFEF vives al año, a la temporada.
¿Qué le sigue dando el fútbol?
El fútbol es mi pasión, me encuentro físicamente bien, que es lo importante, y seguiré hasta que me dé el cuerpo, incluso hay compañeros que te dicen que quizá mentalmente han perdido la ilusión, pero a mí eso no me pasa, mentalmente me apasiona esto.