El grupo I de Primera RFEF sube de temperatura a medida que corren las jornadas, por lo que cada partido, cada punto, toca pelearlo a cara de perro como si se tratara de una final. Una necesidad que se acentúa incluso más cuando está en juego la supervivencia, como se refleja en los casos del Sestao River y del Amorebieta, los dos equipos que cierran la tabla. Dos conjuntos que no han cumplido hasta la fecha con los objetivos que se habían marcado a inicios de curso y que, paradójicamente, se verán las caras el próximo sábado en Las Llanas, desde las 18.00 horas, en el derbi de la angustia, ya que el resultado puede marcar el futuro de cada uno. Un encuentro que llega poco más de dos meses y medio después del que protagonizaron ambos en Urritxe el pasado 30 de noviembre y entonces fue el conjunto azul el que se llevó el gato al agua con su victoria por 2-0, con tantos de Álvaro Marín y el canterano Iker Rekagorri, con lo que el cuadro zornotzarra cedió el farolillo rojo a los verdinegros. Un escenario que se reitera en esta ocasión, con un River, vicecolista, que solo supera en dos puntos al Amorebieta, que en caso de que este vuelva a vencer se repetiría el mismo cambio de roles.

Desde aquel derbi, el Sestao River ha sido capaz de sumar 12 puntos en este tramo de nueve partidos, una cosecha que se reduce a las nueve puntos en clave de un Amorebieta que, pese a esta estadística que le penaliza, llega a la cita en Las Llanas, donde se espera una alta asistencia de público, con mejores sensaciones que el colectivo dirigido por Ángel Viadero, que, tras su derrota del domingo en Lugo, encadena cinco jornadas consecutivas sin conocer la victoria, lo que deja mal cuerpo en su entorno, abocado a revivir el intenso sufrimiento de la campaña anterior, en la que el River selló la permanencia en el último partido gracias a su victoria en el Reino de León sobre la Cultural Leonesa. Una mala racha que se suma a su nulo bagaje en los cuatro derbis vizcainos que ha disputado hasta la fecha, ya que ha perdido todos ellos, incluidos los dos ante el Bilbao Athletic, y sin ver puerta en ninguno.

El Amorebieta, en cambio, prepara el derbi del sábado reanimado por su brillante victoria del domingo en Urritxe sobre la Ponferradina, uno de los gallitos de la categoría y candidato al ascenso a LaLiga Hypermotion. El conjunto de Natxo González sacó su mejor versión y se agarra a su credibilidad en su guarida para hacer caja y ve cómo la salvación dista a cinco puntos, tres en el caso de los verdinegros. Sin embargo, el colectivo azul es consciente de que en Las Llanas tiene que dar el mismo nivel que en Urritxe si quiere conseguir la victoria, ya que cuelga con el sambenito de ser el peor visitante de los 40 clubes de Primera RFEF, con un pobrísimo bagaje de cuatro puntos, con sendos empates, en sus doce desplazamientos. También es cierto que el Sestao River asoma como el peor local, ya que solo ha sido capaz de mantener diez de los 36 puntos posibles.