El mal momento deportivo que atraviesa el Manchester City se ha acompasado con la urgente necesidad del club de cambiar el rumbo. El equipo de Pep Guardiola apuró en las últimas horas del mercado para incorporar a Nico González, procedente del Oporto, por 60 millones de euros para poner la guinda a una inversión en el mercado de invierno superior a los 200 millones de euros y para así liderar el gasto en refuerzos.
El City fichó a Marmoush (Eintracht), Khusanov (Lens) y Vitor Reis (Palmeiras) abonando alrededor de 150 millones de euros, y ayer remató la reconstrucción del equipo con Nico González, que llega para suplir al lesionado de larga duración Rodri. Este último movimiento de 60 millones le ha reportado al Barcelona, que en su día traspasó al centrocampista por 8 millones al Oporto, el 40% del coste de la operación.
En el mercado internacional también destacaron movimientos como el de Neymar, que abandonó las filas del Al-Hilal para recalar en el Santos que le vio crecer como jugador antes de dar el salto a Europa. La anécdota es que el club saudí ha desembolsado entre fichaje, salario y finiquito alrededor de 230 millones de euros por la producción de un gol y tres asistencias del jugador brasileño, que ha permanecido lesionado gran parte del tiempo.
Marco Asensio jugará lo que resta de temporada en el Aston Villa de Unai Emery tras ser cedido por el Paris Saint-Germain, al igual que Marcus Rashford, que abandonó las filas del Manchester United para recalar en el conjunto de los villanos, que por su parte vendieron a Jhon Duran por 77 millones al Al-Nassr en el que milita Cristiano Ronaldo.
Además, el Chelsea estaba por cerrar la cesión de Joao Felix al Milan, que reemplazará así a Álvaro Morata, que puso rumbo al Galatasaray. Sergio Ramos, recalaría, tras medio año de inactividad y a sus 38 años, en el Rayados mexicano.