Josue Dorrio (Bilbao, 3 de marzo de 1994) ha aterrizado en el fútbol profesional en plena madurez, a los 30 años, pero lo disfruta como un chaval. Es su segunda campaña en LaLiga Hypermotion, en la que debutó el curso pasado con el Amorebieta para fichar, tras no consumar el objetivo de la permanencia con los azules, con el Racing de Ferrol, en el que también es un asiduo en los onces iniciales de Cristóbal Parralo, pese a que colectivamente no le van bien las cosas al conjunto gallego, que mañana (20.00 horas) se enfrenta en Lasesarre al Barakaldo en la segunda ronda de Copa, una competición que el extremo bilbaino dice “no podemos hacerla de menos” y subraya el buen hacer de la entidad de Ezkerraldea.

Meses atrás le entrevisté en Urritxe como jugador del Amorebieta y afirmó que su idea era consolidarse en el fútbol profesional cuando ha alcanzado los 30 años de edad. Así es visto lo visto. ¿Se siente reconfortado consigo mismo?

—Sí. El año que completé en el Amorebieta, donde se me dieron muy bien las cosas aunque colectivamente no se logró el objetivo de la permanencia en Segunda División, me valió para tener varias ofertas y estoy con mucha ilusión de seguir creciendo en esta categoría.

¿Por qué se decantó por el Racing de Ferrol?

—Me insistieron mucho tanto el director deportivo como el míster, lo que valoramos mucho. Fue, además, un equipo que el año pasado hizo una gran temporada, que me venía muy bien por mis características y por los consejos desde mi entorno decidí venir a Ferrol.

Viendo sus números ha acertado, por lo menos en el plano personal, porque es uno de los fijos para Cristóbal Parralo, su entrenador.

—Más que jugar con asiduidad, se trata de tener buenas sensaciones, de que el equipo sume… Hay que valorar lo que uno hace a nivel particular, pero si el equipo está en la zona baja, nos obliga a todos a dar un plus individualmente y no conformarse con lo que hemos dado hasta ahora, porque eso sería contraproducente.

Porque en lo colectivo, lo cierto, no les va nada bien, están en zona de descenso, encadenan ocho jornadas de liga sin ganar y son el equipo menos goleador de LaLiga Hypermotion. ¿Qué les sucede?

—Me acuerdo de la temporada pasada en el Amorebieta, que durante un tramo nos costaba mucho generar. El aspecto mental influye, no estamos haciendo gol pese a tener ocasiones para ello y ya llegará el momento de que caigan los goles.

¿No le da vértigo seguir compitiendo sobre el alambre como en el curso anterior en el Amorebieta?

—Cuando vine al Racing no me esperaba esta situación, sobre todo porque ya es un segundo año consecutivo luchando por la salvación y mentalmente es complicado. Si peleas por puestos de play-off, ganas más y significa estar más contento.

Les toca cambiar de chip con la cita de Copa en Lasesarre ante el Barakaldo. ¿Se trata de un marrón para un equipo que se la tiene que jugar en liga?

—Para nada. En la situación en la que estamos el día a día es muy importante, se trata de poco a poco coger mejores sensaciones y la Copa también te sirve para eso. Es una competición importante para el club y no podemos hacerla de menos. Vamos con la intención de pasar de ronda, porque sería muy positivo en clave mental.

¿Le pone la Copa?

—Es una competición en la que debuté con el Eibar, en un partido de cuartos de final ante el Atlético de Madrid, y le tengo un cariño especial a esta competición, tanto en mi época posterior en el Murcia como en el Amorebieta. Cada vez que vas pasando de ronda te vienen encuentros muy bonitos, a un partido aún más atractivo.

¿Qué Racing de Ferrol se verá en Lasesarre?

—Un equipo que va a ir a por la victoria y tener buenas sensaciones en el campo. En estos dos últimos entrenamientos analizaremos al Barakaldo y hacer el planteamiento que nos pida el míster, pero desde la idea de ir a por el partido desde el minuto uno.

Como buen vizcaino que es, ¿qué conoce del Barakaldo?

—Viene haciendo las cosas muy bien, lleva dos ascensos consecutivos, que es muy complicado, este año acaba de ascender y está metido arriba en una competición tan exigente como la Primera RFEF. Algo estarán haciendo bien tanto la directiva, como el cuerpo técnico y la plantilla para mantener esta tendencia tan positiva durante tanto tiempo.

Su actual equipo, con Cristóbal Parralo también en el banquillo, cayó eliminado hace dos años a manos del Sestao River, que, como ocurre en este caso, era equipo de categoría inferior. ¿Están avisados de ello?

—Supongo que experiencias de este tipo, de eliminar a equipos de categoría superior, todos los jugadores las hemos tenido y está claro que en esta competición, con la eliminatoria a un solo partido, no puedes relajarte con ningún equipo y cualquier error te puede mandar fuera. Cuando jugamos la eliminatoria anterior frente al Cuarte (club de Tercera RFEF) competimos a tope, ya que respetamos a todo rival independientemente de la categoría en que esté.