La violencia en las gradas de los campos de fútbol no entiende de categorías. Si últimamente el foco se ha puesto en los partidos que el Athletic juega en la Europa League, sobre todo después de lo ocurrido en el Olímpico de Roma, parece que no hace falta irse muy lejos para ver comportamientos detestables en campos de categorías inferiores. La última ha sido este viernes por la tarde, en Santo Cristo, al término del Padura-Deusto de Tercera RFEF. El partido acabó 1-1, sin mayores problemas sobre el terreno de juego. Pero una vez el colegiado decretó el final del encuentro, la violencia surgió entre los espectadores. Concretamente, según ha denunciado la entidad de Arrigorriaga, por parte de “varios aficionados ultras” del Deusto, que agredieron a un hincha local.
“El Padura quiere hacer constar su repulsa y protesta por estos hechos que desgraciadamente no son la primera vez que ocurren con aficionados ultras del Deusto como protagonistas y que, según los verdaderos aficionados del Deusto, son siempre los mismos”, destaca el conjunto de Santo Cristo en un comunicado, donde detalla que el seguidor agredido tuvo que ser atendido en el hospital de las diversas lesiones causadas: “Gracias a la intervención de otros seguidores de ambos equipos y de agentes de la Ertzaintza, la agresión no ha tenido consecuencias más graves”.
El equipo de Arrigorriaga asegura que “es triste que tras un partido que se desarrolló dentro de los cauces normales de deportividad, respeto, tensión e incertidumbre por el resultado final, unos impresentables lo hayan hecho pasar a un segundo plano y ahora estemos hablando de incidencias extradeportivas”. “Entre todos debemos acabar con la presencia en los campos de fútbol, y en cualquier actividad deportiva, de estas personas que dicen ser seguidores de un equipo de fútbol pero que lo que consiguen es manchar su imagen”.
No es la primera vez que los que se dicen llamar seguidores del Deusto protagonizan incidentes. Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre la Federación Vasca de fútbol multó a la entidad tomatera con 250 euros por los incidentes en la grada del campo del Derio por parte de un grupo de aficionados del conjunto bilbaino, que, según el acta arbitral, "golpearon el vallado de las instalaciones y generando desperfectos en las mismas".