At. Madrid 1

Real Madrid 1

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak, Molina (Min. 46,Koke), Giménez, Le Normand, Reinildo (Min. 75, Galán), De Paul, Marcos Llorente, Gallagher (Min. 70, Correa), Julián Alvarez (Min. 75, Riquelme), Griezmann y Sorloth (Min. 55, Lino).

REAL MADRID: Courtois, Carvajal, Rudiger, Militao, Mendy, Tchouameni, Valverde, Modric (Min. 83, Lucas Vázquez), Bellingham, Vinicius (Min. 86, Endrick) y Rodrygo (Min. 88, Fran García).

Goles: 0-1: Min. 64; Militao. 1-1: Min. 95; Correa.

Árbitro: Busquets Ferrer (C. Balear). Expulsó con roja directa a Llorente del Atlético de Madrid. Amonestó con tarjeta amarilla al local Le Normand y al visitante Modric.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Cívitas Metropolitano ante 70.112 espectadores: récord histórico de asistencia.

En el 94, una carrera, un rebote y un remate a trompicones de Ángel Correa niveló un derbi especulativo durante más de una hora y caótico después, con el 0-1 de Eder Militao en el 64. Tuvo de todo, como la suspensión durante 22 minutos por el lanzamiento constante de objetos desde el Frente Atlético, una roja a Llorente cuando el duelo agonizaba y el empate final, agónico, entre la vorágine y el bochorno anterior. Realmente hubo dos derbis. El primero, hasta el 0-1 del conjunto blanco. El segundo, después, cuando se reanudó el partido. Entre medias, un hecho inadmisible en el fútbol y en cualquier deporte. Tras el gol del equipo visitante, cayó un mechero en el área de Courtois. Y después más. El portero del Real Madrid, con pasado en el Atlético, le entregó uno al colegiado, Busquets Ferrer, que se dirigió al delegado de campo para advertirlo. El protocolo lo marca de forma explícita. La megafonía lanzó la primera advertencia. Otro objeto. Después, la segunda. Otro más. Una bolsa cayó al lado del guardameta belga. Los dos equipos al vestuario. De nada sirvió ni siquiera la petición de Koke Resurrección, Diego Simeone o José María Giménez a los ultras del Atlético para frenar tal actitud. El encuentro de paró.

Después, se reanudó. Tuvo el 0-2 el Real Madrid. Y empató el Atlético. El 1-1 definitivo, con el suspense además del VAR, si era o no fuera de juego. No lo fue por milímetros. No ganó nadie. Ni el Real Madrid, encomendado a un momento puntual en ataque, ni el Atlético, al que le faltó ambición hasta que se sintió perdedor. Los dos están un punto más cerca del liderato del Barcelona. Aprovecharon en parte, porque jugaron más para no perder que para ganar, los errores y las rotaciones del Barcelona 24 horas antes en El Sadar.

Empezó mejor el Real Madrid, pero no pasó nada. Después lo intentó el Atlético, que visibilizó menos de lo que debería que su mejor movimiento estaba por la izquierda, con Julián Alvarez. El campeón del mundo desbordó a Rudiger, pero su tiro, sin ángulo, lo desbarató Courtois. Por primera vez, Simeone juntó de inicio a Sortloth, Griezmann y Alvarez. La gran sociedad que tiene ideada. No funcionó. El Real Madrid, también contenido, fue menos timorato en el primer tiempo cuando encaró y jugó vertical. No le valió para mucho en toda la primera parte. Dos zapatazos de Valverde. Al primero voló Oblak, espléndido. El segundo lo vio cómo se iba fuera. Después tiró Bellingham. También la paró. Incluso regateó en su área a Vinicius.

Ya eran mejores, más largos, más amenazantes, los turnos ofensivos del Real Madrid. Si al inicio recuperaba rápido el Atlético, después no fue así, sino al revés. Instante a instante, metro a metro, el equipo blanco se adueñó del choque, en el tránsito tenso al descanso. No apareció Vinicius, apagado y aplacado su atrevimiento. Apenas Rodrygo, hasta que lanzó un tiro alto en el 50. Bellingham lo hizo en posiciones de medio campo más que de ataque. Tampoco Griezmann en el Atlético, hasta que creció en la segunda parte. Necesitaban mucho más los dos, atenazados, pendientes de un impulso, una señal, una circunstancia, cuando el esfuerzo abre espacios en el rigor defensivo por el que abogaron sus entrenadores. Eran amagos, más que ocasiones, hasta que el conjunto blanco se encontró con el 0-1, de volea de Militao.

La primera acción de Vinicius relevante, derribado por Le Normand, está en el origen. Después, el saque de falta, el centro del extremo brasileño desde la banda izquierda y el remate certero, solitario en el segundo palo, del central brasileño para desnivelar el derbi, también para frustrar al bloque local. Sin la máxima ambición no hay futuro en LaLiga. Cuando la tuvo, cuando se vio perdedor, salvó un punto por medio de Correa.