El Barakaldo se dio el domingo una alegría al cuerpo en el compromiso de Lasesarre frente a la Gimnástica Segoviana, otro de los recién ascendidos a Primera RFEF, y en el que cumplió con dos objetivos que tenía en mente. El primero y más prioritario se centraba en sumar la primera victoria que le llega en su tercer intento en su debut en la categoría de bronce, un éxito que lo adornó con el deseo de dejar la puerta a cero y tras ofrecer un partido solvente en casi todos los matices. Una doble satisfacción que expresó Imanol de la Sota, el técnico de los aurinegros, una vez consumado el triunfo con los tantos de Maroan Sannadi, el hombre más destacado de su equipo, y de Pablo Santiago, que también rindió a un gran nivel. “En las dos primeras jornadas habíamos competido bien y lo hemos rubricado ante un equipo de un perfil parecido a nosotros, que no se rinde, que es muy intenso. Tiene mérito la victoria que podría haber sido más abultada si su portero no hubiera estado tan acertado”, argumentó De la Sota, muy contento con el juego desplegado por sus hombres.
El de Santurtzi, no en vano, opina que en Primera RFEF “hay que disfrutar de cada victoria” sobre todo cuando esta “refrenda que el trabajo va bien encaminado” pese a que en las dos primeras jornadas el Barakaldo se tuviera que conformar con el punto sumado en Balaídos ante el filial del Celta. “Mentalmente hemos estado enteros y en los últimos 20 minutos podíamos haber matado el partido antes del gol de Pablo. Hoy (por el domingo) se ha visto que en transiciones hemos estado muy bien, aunque todo es mejorable”, manifestó De la Sota, que se inclinó por el regreso de Iker Pedernales, de nuevo a un nivel brutal, al lateral derecho después e haber ejercido de interior por delante de Beñat de Jesús en los dos encuentros precedentes.