Una aficionada de la Real Sociedad, de 44 años, se encuentra ingresada en la UCI al ser gravemente herida por el impacto en la cabeza de un proyectil en la carga que efectuó la Ertzaintza cerca de la torre de la Avenida de Madrid, según relata su marido en conversación con Noticias de Gipuzkoa.

Por su parte, el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco ha informado a este diario que la Ertzaintza nada más conocer este hecho ha puesto en marcha el mismo protocolo de actuación que en el reciente incidente de Tolosa. En una nota que acaba de hacer pública, informa que la Ertzaintza "se ha puesto en contacto y a disposición de la familia de la mujer herida"; que ha abierto, de oficio, diligencias de investigación y con ello, "ha comenzado a recabar pruebas", entre ellas las imágenes de las cámaras de la zona de los altercados. Y que ha solicitado al juzgado la intervención de un profesional médico forense "para evaluar de manera independiente a la mujer herida y que pueda determinar la naturaleza y el origen de las lesiones".

Todo sucedió cuando hicieron acto de presencia los cerca de mil ultras del PSG en los aledaños de Anoeta enjaulados por el dispositivo de seguridad. Al parecer, algunos hinchas realistas intentaron acercarse y la Policía autonómica intervino para que no se produjeran enfrentamientos.

Esta mujer, que se encontraba en ese momento sola en mitad de la mediana que separa el Paseo de Errondo, recibió un fuerte impacto en la cabeza a la altura de la oreja y desde unos 30 metros de distancia (ya no lanzan pelotas de goma, son balas FOAM que, en teoría, resultan menos lesivas). Y, aunque en un principio llegó a entrar en el estadio para asistir al partido, viendo su estado tuvo que ser trasladada, primero al Hospital del Bidasoa y luego, dada la gravedad de sus heridas, al Hospital Donostia, donde permanece hospitalizada. La mujer se encuentra consciente, aunque su estado es grave como consecuencia de una hemorragia cerebral interna (hematoma subdural).

Joseba, su marido, muestra su enorme preocupación por el estado de su mujer: "Está fastidiada. Nos han dicho que hay que esperar a las próximas 24-48 horas, que son cruciales". Su relato resulta estremecedor. "Ha sido todo muy duro y todo casualidades y casualidades que se han ido produciendo. Mi hijo y yo somos socios en la grada familiar y mi mujer suele ir a veces en la anbulantzia porque somos sanitarios. Esta vez estaba cubierta, así que no podía, pero puñetera casualidad, la hermana de otro abonado que suele ir con nosotros se puso mala y se quedó su entrada libre. La tarde estaba discurriendo con tranquilidad, porque ella tenía la lógica preocupación por los ultras al venir en Topo. Como no veía nada preocupante, le llamé y le dije que los radicales venían por el río escoltados por la Policía y que no iba a tener ningún problema”.

Todo se torció en el momento en el que llegó a la estación del Topo en Anoeta. “Fue salir y llegar los ultras del PSG, y empezar a liarse debajo de la torre. Mi mujer, mi amigo, mi cuñado y mi hijo tuvieron suerte en la primera carga porque les dio tiempo a entrar en el bar que está ahí antes de que cerraran la persiana para protegerse. Yo me quedé fuera, porque estaba más escorado. Daba igual para el lado que fuese porque había hostias por todos lados. Todo pareció solventarse, se calmó y ya no parecía que hubiese sucedido nada grave”.

Problemas en el acceso a Anoeta

La mala suerte no abandonó a la familia cuando quisieron entrar en Anoeta por la puerta 5, situada en la grada familiar: “Nosotros pasábamos con el carnet de socio y ella tenía que hacerlo con la aplicación Realzale. Pero no le cargaba porque ya sabemos que la red de Internet en Anoeta no suele ser una maravilla. Ella nos dijo que pasáramos tranquilos y que ahora volvía porque se iba a buscar cobertura. En la explanada no pillaba, por lo que se acercó más hacia la carretera y se colocó incluso en la mediana que separa el Paseo de Errondo. Ahí por fin encontró cobertura y decidió regresar al campo cuando, de repente, escuchó un ruido y se dio cuenta de que aparecía una fila de ertzainas. Le pegaron un pelotazo en la sien desde unos 20-30 metros de distancia. Dispararon a la altura de la cabeza, algo que no pueden hacer y sabemos que no venía de rebote porque se encontraba en mitad de la carretera. Y, lo que más le disgusta, es que encima pasaron por encima de ella cuando estaba en el suelo. Y eso que intentó levantarse, pero volvió a desplomarse porque estaba mareada”.

En ese momento por fin recibió la colaboración de un par de chicas: “Le ayudaron a incorporarse pero, claro, ellas también estaban con cuidado de que no les pasara nada. Ella me llamó y me dijo que había recibido un pelotazo y bajé corriendo para auxiliarle. Llamé al coordinador de Cruz Roja, le pedí que nos mandara una ambulancia. Ella no quería casi ni que le revisaran, solo pedía que le diesen frío y entrar en el campo para que no se preocupara nuestro hijo de 9 años. La parte de arriba de la oreja se le estaba hinchando una pasada. Como soy sanitario, les dije que me hacía cargo y entramos al campo”.

Al Hospital del Bidasoa en lugar de a casa

La estancia en el campo en uno de los partidos de la década duró unos pocos minutos para esta familia: “A los pocos minutos le entraba somnolencia y cada vez estaba peor. Le comenté que nos íbamos y mi hijo lo entendió perfectamente porque estaba viendo como se encontraba su ama. Nos salimos, íbamos a coger el coche y tuvimos que parar para que se sentara en una terraza porque ya no podía ni llegar a donde estaba aparcado. Ella se pensaba que nos íbamos a casa pero ya le costaba hablar y nos dirigimos al Hospital del Bidasoa donde me dijeron que me fuera para casa con el niño y que me llamaban, que iban a hacer un escáner. A medianoche me llamaron y me dijeron que intentara dejar al niño, porque había que derivarla al Hospital de Donostia porque tenía hemorragia y había que decidir si iba a entrar en Neurología o en la UCI. Dejé al crío donde mis aitas y fui al Hospital”.

Las malas noticias no dejaron de producirse: “Al llegar me comentaron que tenía un sangrado, pero que dentro tenía otro más grande y me comentaron que era importante. Mi mujer tiene 44 años y es muy fuerte físicamente, no se pone nunca mala. Este año justo ha tenido una hernia cervical. Me llegó a reconocer que pensaba que le habían vuelto a joder la hernia con el impacto, aunque es lo que menos nos importa. Ahora lo que prima es el cerebro”.

A Joseba no se le va de la mente los momentos tan duros que tuvo que pasar: “Quiero recalcar que mi mujer estaba mirando el móvil para intentar coger cobertura. Y luego, será el protocolo de la Ertzaintza o lo que sea, pero a mí me parece inhumano que veas a una mujer de 44 años, que ves que es madre, no una joven, que le has metido un impacto y le ha dejado herida en el suelo como a un perro”.

Reunión con la Ertzaintza

La Ertzaintza ya se ha puesto en contacto con él para reunirse a lo largo de las próximas horas: "Yo tengo amigos ertzainas pero no entiendo cómo han actuado en los dos últimos encuentros. Un dispositivo hasta provocador. El Mallorca no era conflictivo y ya había pasado su autobús, ¿por qué tensas la cuerda con tu propia afición? Si echas gasolina sabes que con un mechero la vas a liar. Pero el martes ante el PSG, yo entiendo que hay conflictos, pero la primera carga me pareció brutal, con familias enteras con niños corriendo de un lado a otro. Estábamos miles de personas. Si el pelotazo que le han dado mi mujer lo recibe mi hijo, le matan. Y podía haber pasado así, porque podían haber estado juntos en ese momento. No te puedes hacer una idea de todo lo que se te pasa por la cabeza”.

Como es lógico y en cuanto pueda, pondrá la correspondiente denuncia. Por ahora, su única prioridad es “cuidar a mi mujer en la UCI y a mi hijo”.

La Ertzaintza abre una investigación

Fuentes del Departamento de Seguridad han informado a este diario que la Ertzaintza nada más conocer este hecho ha puesto en marcha el mismo protocolo de actuación que en el reciente incidente de carnavales de Tolosa. En primer lugar, la Ertzaintza ha abierto una investigación de oficio para esclarecer lo ocurrido "durante el transcurso de los altercados provocados por seguidores vascos radicales". Además, agentes de la policía han acudido al hospital a hablar con la mujer herida, se ha solicitado al juzgado la actuación de un forense, se ha iniciado el procedimiento para hacer acopio de las cámaras instaladas en la zona donde ocurrieron los hechos y se ha dado traslado de lo ocurrido a la Comisión de Transparencia y Control.

“Es una mujer que tenemos localizada, que recibió un impacto en la parte trasera de la cabeza y que en un primer término fue atendida en el Reale Arena”, explican fuentes de Seguridad consultadas por este diario. En el momento en el que la Ertzaintza tiene constancia, varios agentes “acudieron al Hospital Donostia a visitar y hablar con la mujer herida”.

En su versión aseguran que la mujer "no estaba ingresada en la UCI" y que conversaron con ella sobre lo sucedido, sin que pudiera determinar la dirección del objeto que le causó la hemorragia cerebral, aunque sí se refirió a que fue alcanzada “por un pelotazo”. “Ella ha relatado que se encontraba en la zona donde ocurrieron los incidentes y que solo vio agentes correr”.

Además, la Unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza abrirá mañana una investigación "para analizar todos los detalles relacionados con la actuación policial". El Gobierno Vasco, por su parte, remitirá los hechos a la Comisión de Control y transparencia creada para "evaluar las actuaciones policiales de manera independiente".

Fuentes del departamento han confirmado a este diario que en el transcurso de los altercados se empleó material antidisturbios.