Los incidentes volvieron a emerger el pasado fin de semana en las categorías inferiores, aunque en este caso no llegaron a causar daños físicos. El colegiado del encuentro que disputaban Urdaneta e Indautxu, correspondiente a la vigésima segunda jornada de la Liga Vasca Juvenil disputado en terreno louitarra, tuvo que detener el juego en varias ocasiones y activar las fases I y II del Protocolo de Actuación sobre la Violencia Verbal de la RFEF debido a los insultos vertidos por parte de “15-20 personas, aficionados del club local o personas vinculadas a este” tanto hacia jugadores del conjunto bilbaino como hacia el colegiado, según se recoge en el acta redactado por este último, que es explícito en su relato y en el que también se refiere a “la nula colaboración del club local, con varios jugadores recriminando la decisión y el entrenador, que ejercía las funciones de delegado de campo, haciendo caso omiso a mis indicaciones de forma reiterada”.

El acta concreta que el colegiado instó a que se cesara la actitud desafiante de ese grupo de personas, por lo que detuvo el partido en primera instancia al activar la fase I del Protocolo, pero tuvo que recurrir a la segunda fase del mismo en el minuto 37 porque no se interrumpían los insultos y suspender temporalmente el partido, que concluyó con victoria del Indautxu por 0-5, y acudir al vestuario, momento en que el delegado del equipo juvenil del Urdaneta, presente también en el campo, se dirigió al colegiado en los siguientes términos: “Cómo se nota que no te hacen caso ni en tu casa, protagonista. Y mira que eres bobo, sí, mira cómo te insulto, bobo”.

Tras otros conatos y más insultos, el partido se mantuvo detenido hasta su reanudación, cuando, según el acta, “miembros de ambos equipos me comunican que este grupo ha abandonado la grada y, tras señalarles de que en caso de la continuación de similares incidentes, el partido quedaría suspendido de forma definitiva, he decidido reanudar el partido”, sin que se produjeran más incidentes.